El apagón eléctrico registrado en España y Portugal el pasado 28 de abril se inició por una carencia de generación síncrona (principalmente ciclos combinados y centrales nucleares) en el sur y el centro de la península ibérica, que dejó “sin margen” a Red Eléctrica (REE) para abordar el colapso por sobretensión.
Así lo defiende un informe preliminar encargado por las eléctricas Endesa e Iberdrola y elaborado por los profesores Luis Rouco, Enrique Lobato y Francisco Echevarren, que imparten clases en el ICAI y la Universidad de Comillas.
El trabajo, difundido este lunes, concluye que a las 12:30 horas del 28 de abril, cuando se produjo un apagón masivo que azotó la península durante horas, REE no dispuso de margen ante el colapso por sobretensión para asumir la desconexión de generación por sobretensión.
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El cero de tensión del sistema eléctrico ibérico de aquel día tuvo antes una “ocurrencia de fenómenos de inestabilidad de tensiones”, los días 22, 24 de abril y la mañana del día 28 (a las 09.00 horas el sistema estaba ya en condiciones extremas).
Los investigadores han utilizado los datos aportados por Endesa e Iberdrola argumentando la imposibilidad de elaborar el informe con la información pública disponible.
El día del apagón, detalla el estudio, la inercia (indicador de distribución de la energía) “no estaba distribuida uniformemente” en el sistema peninsular: el 35 % de la extensión de red a 400 kilovoltios (la de alta tensión) “estaba desconectada” en el centro y el sur a las 09.00 horas. Esto supuso, agrega, un “alto transporte de energía en red débil”.
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El documento refleja “tensiones en aumento cuando la generación renovable se va desconectando en Extremadura y Andalucía” (sur y suroeste de España) y precisa que, entre las 12.32 y las 12.33 horas, se produjo una desconexión de generación por sobretensión.
La Universidad Pontificia de Comillas ha aclarado que el análisis ha obtenido la revisión por pares, es decir, por expertos de prestigio internacional.
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El pasado 18 de septiembre, la directora de Regulación de la Asociación de Empresas de Energía Eléctrica (Aelec, integrada por Endesa, Ibedrola y EDP España), Marta Castro, defendió que el apagón fue una “muerte anunciada, que se veía venir”, y lamentó la “falta de previsión” de Red Eléctrica en cuanto al control de tensión en la red.
Ante la Comisión del Senado español que investiga lo sucedido, Castro reiteró que el cero eléctrico se debió a un fallo en el control de tensión como consecuencia de la programación del operador del sistema, que en su opinión “tenía un problema como un elefante para ese día y contaba con una hormiga para resolverlo”. (I)