Un nuevo acercamiento al diálogo con acompañamiento internacional propuso el pueblo kichwa Karanki, de Imbabura, epicentro de las protestas del movimiento indígena en contra de las políticas del gobierno del presidente Daniel Noboa.

A través de un comunicado, emitido la noche de este martes, 21 de octubre, el pueblo indígena extendió una invitación pública a la sociedad civil para instalar una mesa de diálogo nacional con el Gobierno con acompañamiento internacional en un lugar neutral, en el cual se encuentren los garantes del diálogo.

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“Invitamos a las organizaciones sociales, culturales, políticas, Unión Europea, ONU, medios de comunicación social, comunitarios, privados, Asamblea Nacional, embajadas, universidades, gremios, transportistas, sindicatos, iglesias, movimientos y partidos políticos a convertirse en veedores de este diálogo”, dice la misiva.

A la vez, el pueblo kichwa Karanki consideró que las declaraciones del ministro del Interior, John Reimberg, en las que aseguró que, “a partir de ahora, cualquier cosa que pase será responsabilidad de ellos”, son una “afrenta a sus vidas”.

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“Exponemos que los pueblos en resistencia que están ocupados por las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional han sido atacados cruelmente, asediados sufriendo represión, persecución dejando una estela de muertes, heridos y desaparecidos en la provincia de Imbabura, epicentro del paro nacional”, resalta el pronunciamiento, a través del cual se hizo un llamado para estar vigilantes sobre las nuevas operaciones de la fuerza pública.

Sobre las intenciones de mantener un diálogo, el pueblo kichwa sostuvo que desde el primer día y antes de las paralizaciones ha habido “puentes para dialogar de forma transparente, pública y directa”. Sin embargo, precisa el comunicado: “El Gobierno no ha demostrado voluntad y ha actuado de manera violenta, siempre desestimando nuestras justas demandas, colocando un relato de estigmatización, clasismo, racismo y odio hacia nuestros pueblos, poniendo en contra pueblo contra pueblo”.

La reacción de este grupo del movimiento indígena surge al cumplirse 30 días de protestas en Imbabura, que se iniciaron en contra de la eliminación del subsidio al diésel y se extendieron con demandas al régimen de Noboa.

Esta invitación a un diálogo se suma a la hecha por la Alcaldía de Otavalo junto con los gobiernos autónomos descentralizados parroquiales de este cantón este lunes, 20 de octubre, para alcanzar acuerdos sostenibles.

Tanto el Ejecutivo como la Conaie aseguraron que no existen las condiciones para sentarse a dialogar y poner un fin a las protestas, que han dejado tres comuneros muertos y decenas de heridos, entre militares, policías y manifestantes.

El Gobierno alega que el movimiento indígena no ha cumplido con los acuerdos, como la apertura de vías; mientras que la Conaie acusa al régimen de continuar con la represión en las manifestaciones y de confundir el diálogo con la amenaza. (I)