“La negociación política debe continuar, pero apuntamos a que haya una reconciliación nacional porque ha quedado un pueblo fragmentado, enfrentado, herido... En este ambiente resurgieron los ‘ismos’ que pensábamos que estaban enterrados: el regionalismo, el racismo... Ahora tenemos que trabajar en varios temas, principalmente en el trabajo, si no hay fuentes de empleo hay un ambiente propicio para el malestar social y la violencia puede resurgir. Si el Gobierno y todos los que puedan generar trabajo no hacen nada, esto puede estallar. Es importante recalcar, no sé si es un elemento cultural, que querer tener un pueblo de mendigos, de pordioseros, que solo reciben subsidios o bonos, no tiene futuro”.