El sufragio en la parroquia más grande de Quito avanza sin incidentes

Llegaron las elecciones. Día de trabajo para María del Carmen Chungandro. Un bastón guiaba sus pasos a la entrada del Colegio Nacional Abdón Calderón, la mañana de este domingo 20 de agosto. Esta institución está ubicada en Calderón, una parroquia clave en elecciones, pues es la más grande de la capital. Ahí están registrados 130.583 votantes.

María del Carmen es ciega. Esta mañana buscaba la ayuda de los militares, pues desde hace 20 años, en cada elección, se instala en el patio de ese colegio para plastificar papeletas. Pero en esta ocasión, algo no marchaba bien. Nadie le facilitaba una conexión eléctrica para dar su servicio. “Creo que debe ser por la inseguridad. Como le mataron al señor (Fernando) Villavicencio, creo que están con más seguridad”, sospechaba.

El comandante de Policía de Calderón, el coronel Félix Fiallos, informó que hasta el mediodía el proceso electoral marchaba con normalidad, sin ningún incidente, en esa parroquia. “En esta ocasión hemos mejorado el servicio y el control, pues estamos haciendo registros a personas y sus carteras, mochilas, bolsos, cualquier elemento que nos provoque sospecha”, afirmó.

Esta parroquia tiene 21 recintos electorales. Para controlarlos, la Policía Nacional dispuso de 350 efectivos, entre personal preventivo e investigativo. Los primeros llevan uniforme policial y dan seguridad afuera de las unidades educativas. Los segundos, en cambio, visten de civil para no ser identificados. Aparte, trabajan agentes de inteligencia encubiertos, explicó el coronel Fiallos.

Las únicas novedades registradas en Calderón estuvieron relacionadas con la violación de la ley seca y el silencio electoral, añadió el oficial. Hasta esta mañana se habían registrado 180 citaciones. También se había aprehendido a doce personas que tenían boleta de detención, ya sea por pensiones alimenticias impagas o por delitos.

El Colegio Nacional Abdón Calderón y la Unidad Educativa Tarqui son dos de los recintos electorales más grandes de Calderón, con 14.000 sufragantes cada uno. La jornada electoral se inició con normalidad, sin ningún inconveniente, a las 07:00, como estaba programado, informaron los coordinadores del Consejo Nacional Electoral en esos recintos, Javier Macanchí y Luis Erazo. Hasta el mediodía no se registró ningún incidente.

Mientras los ciudadanos hacían fila para sufragar, María del Carmen esperaba en una banca a que los militares la ayudaran. Su cabello algo canoso, entrelazado en una larga trenza, dejaba ver su edad avanzada. Ahí contó que muchos no videntes se dedican a dar el servicio de plastificado en elecciones.

María del Carmen los conoció cuando juntos aprendían a leer y escribir en sistema braille. La invitaron a unirse y, por eso, ella también se inició con el negocio.

Las personas con discapacidad tienen la preferencia de instalarse dentro de los recintos para que no tengan que competir con los vendedores que copan las salidas. “Afuera no respetan a la gente no vidente. Por encima de nosotros gritan ¡a 10 centavos!, ¡a 20 centavos! No nos respetan”, comentó María del Carmen.

Ella tiene una voz prodigiosa. En sus días normales se dedica a cantar en buses. Llenó de aire sus pulmones y entonó un largo: “Ya lo veeeesss...”. De pronto, su sobrina se acercó con buenas noticias. Los militares habían accedido a darle un lugar dentro del recinto. Rápido, la adolescente fue por la máquina plastificadora, una mesa y una extensión eléctrica. María del Carmen se puso a trabajar. (I)