Por mandato legal, todos aquellos que entran a la función pública deben realizar una declaración juramentada de su patrimonio ante la Contraloría General del Estado al inicio, a la mitad y al final de su gestión, y cada vez que se lo requiera.
Con ello se monitorea que los servidores tanto de elección popular como de carrera no incurran en delitos como el enriquecimiento ilícito.
La Contraloría realiza periódicamente exámenes especiales a esta declaraciones, que son públicas.
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La diferencia entre activos y pasivos es lo que se conoce como patrimonio.
Los siete asambleístas del Consejo de Administración Legislativa (CAL) presentaron esa documentación unos días antes de la instalación del nuevo periodo de cuatro años, el pasado 14 de mayo.
Así, el presidente de la Asamblea Nacional, Niels Olsen (ADN), declaró en la Contraloría un patrimonio de $ 862.189,66.
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Sus activos suman $ 918.380: un departamento en Guayas es su bien más costoso, con $ 460.000; seguido de un departamento, en la misma provincia, valorado en $ 135.000; además tiene nueve cuentas bancarias con $ 102.480,66, acciones por $ 85.900 y bienes muebles (camioneta y menaje de casa) por $ 135.000.
Su pasivo o deudas llegan a $ 56.191, entre un crédito hipotecario y tarjetas de crédito.
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La primera vicepresidenta de la Asamblea es Mishel Mancheno, también de las filas de ADN, quien tiene un patrimonio de $ 155.793,49.
En sus activos registra $ 119.793,49 en depósitos en tres cuentas bancarias; $ 20.000 en acciones y participaciones y $ 16.000 en cuentas por cobrar.
Declara no tener deudas.
La segunda vicepresidenta, Carmen Tiupul, de Pachakutik, declaró un patrimonio de $ 15.510,08.
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En sus activos tiene un automóvil valorado en $ 12.500, menaje de casa por $ 2.000 y $ 4.800 en tres cuentas bancarias. Lo que suma $ 19.300.
Y en deudas registra un préstamo personal por $ 3.789,92.
La primera vocal del CAL, Sade Fritschi, también pertenece al movimiento oficialista. Su patrimonio asciende a $ 117.862,84, según registró en la Contraloría.
Ella declaró tener activos por $ 125.432,57, desglosados así: $ 75.000 en un terreno en Galápagos, de donde es su familia, $ 50.000 en inversiones, $ 426 en acciones y participaciones y $ 6,57 en cuentas bancarias.
En el pasivo registra una deuda de $ 7.569,73 en tarjetas de crédito.
Steven Ordóñez, del movimiento SUR, de El Oro, es el segundo vocal del CAL y reporta un patrimonio de $ 468.114.
En sus activos tiene $ 23.114 en depósitos bancarios, $ 65.000 en acciones y participaciones, $ 180.000 en bienes muebles (cuatro camionetas y mercadería) y $ 200.000 en bienes inmuebles (una casa, una propiedad rural y un negocio, todos en la provincia de El Oro). Suman $ 468.114.
No reporta deudas.
La tercera vocal del CAL, la ahora independiente (antes de RC) Mónica Salazar, declaró un patrimonio de $ 1′270.406,28.
En sus activos tiene una piladora valorada en $ 1,5 millones, ganado por $ 84.000 y otros bienes muebles por $ 29.000 (motos, obras de arte y menaje de casa), en bienes inmuebles registra $ 108.223,83 (un terreno y una casa en Guayas y una hacienda en Los Ríos), $ 300.000 en cuentas por cobrar y $ 218,71 en una cuenta bancaria. Suman $ 2′020.442,54.
En sus deudas reporta $ 750.036,26 en un préstamo hipotecario y una deuda personal.
Por último, Samuel Célleri, exsocialcristiano, quien es el cuarto vocal del CAL, declaró un patrimonio de $ 40.744,79.
En sus activos declara $ 109.244,79 en bienes inmuebles (dos terrenos y una casa en Esmeraldas), $ 27.500 en bienes muebles (un carro y menaje de casa) y $ 2.000 en dos cuentas bancarias.
Y en deudas declara dos por $ 98.000 (un préstamo hipotecario y tarjetas de crédito).
Sumados, los integrantes del CAL tienen patrimonios por $ 2′930.621,14. (I)