Las personas refugiadas y otras en situación de movilidad humana que residen Ecuador sienten mayor seguridad cuando tienen una red de apoyo que les ayuda a resolver problemas y acceder a información vital para ejercer sus derechos fundamentales. Este es uno de los principales resultados del informe Redes y movilidad humana en Ecuador, un estudio publicado por Acnur, la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, en Ecuador.

En todo el proceso de desplazamiento hasta encontrar la estabilidad, las personas refugiadas tienen necesidades diversas – desde la asistencia de emergencia hasta información de acceso a derechos y mecanismos de inclusión como la educación, trabajo, entre otros. Las redes comunitarias tienen un rol fundamental en la trayectoria que los lleva a la integración.

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Estas redes de apoyo pueden estar compuestas por vecinos, familiares, miembros de la comunidad, colegas de trabajo, compañeros de actividades deportivas, religiosas o educativas. Así, contar con personas de confianza a su alrededor, ya sean igualmente en situación de movilidad humana o pertenecientes a la comunidad de acogida, mejora la integración local.

“Estos grupos comunitarios y de la sociedad civil son clave para que las personas forzadas a huir puedan acceder efectivamente a sus derechos”, dijo Giovanni Bassu, representante de Acnur en Ecuador.

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Agregó que sus “equipos en los diferentes territorios del país trabajan para brindar la respuesta más efectiva a las personas, a quienes a través de actividades de consulta como estos diagnósticos incluimos en el diseño de nuestras actividades”.

En 2022, Acnur, con la ayuda de líderes y lideresas de barrios, identificó un total de 312 organizaciones y redes de apoyo y organizaciones comunitarias que apoyan a personas en movilidad humana en Ecuador. Dos tercios de las redes u organizaciones identificadas implementan actividades de movilización comunitaria, como el deporte, arte, cultura y otras, que buscan fomentar la cohesión social. Las demás se dedican a la entrega de asistencia material, emprendimientos comunitarios y la inclusión laboral.

La vinculación a las redes de apoyo facilita que las personas forzadas a huir sientan que son parte de su comunidad, permitiéndoles sentirse más seguras y aportar a su desarrollo.

En el marco del informe, llevado a cabo con una metodología de diagnósticos participativos, se realizaron 42 sesiones de consulta sobre redes y necesidades, entre agosto y noviembre de 2022, en las que intervinieron un total de 330 personas en movilidad humana. Estos grupos focales contaron con la participación de mujeres, hombres, adolescentes y personas de la comunidad LGBTIQ+ en quince ciudades de Ecuador, incluyendo Quito, Guayaquil, Cuenca, Manta, Ibarra, Esmeraldas, Lago Agrio y Huaquillas.

Entre las necesidades que se destacaron están la seguridad -especialmente en zonas en donde se ha incrementado la violencia -, la alimentación, vivienda, empleo, emprendimiento, explotación laboral, violencia basada en género, acceso a información y derechos, así como la discriminación por su nacionalidad, nivel de ingresos u otros motivos.

Los diagnósticos participativos son una herramienta metodológica desarrollada por Acnur con el objetivo de comprender cómo las redes de apoyo facilitan el acceso y ejercicio efectivo de los derechos de la población refugiada y migrante en Ecuador. (I)