El derrumbe de un edificio en el centro histórico ciudad de Madrid en el que fallecieron cuatro personas, entre ellos un obrero originario de Ecuador, se inició por el hundimiento de la terraza de la quinta planta, lo que hizo que se desplomaran los forjados del resto de pisos hasta el sótano.

En el edificio derrumbado el martes, que se estaba rehabilitando para convertirlo en un hotel de cuatro estrellas, murieron una responsable llamada Laura (en un principio se informó de que era la arquitecta del proyecto), y tres obreros identificados como Dambéle, Alfa y Jorge, originarios de Malí, Guinea y Ecuador, de entre 30 y 50 años.

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Todos ellos eran empleados de la empresa constructora ANKA, encargada de convertir en hotel este céntrico edificio, situado muy cerca de la famosa Puerta del Sol de Madrid.

En declaraciones a los medios, el responsable de Guardia de los Bomberos de Madrid, Miguel Seguí, confirmó este miércoles que en la quinta planta, donde se inició el derrumbe, no estaba trabajando ningún obrero en el momento del siniestro.

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En total, cedieron siete forjados con una altura de 50 metros, que provocaron una cantidad de escombros que en algunos lugares llegaron a los tres metros de altura.

Seguí apuntó como causa del derrumbe a una “suma de factores” que ya se están investigando, aunque prefirió no señalar ninguna causa en concreto, porque eso será trabajo de los investigadores.

Sí habló de posibles hipótesis, aunque precisando que se trata de “suposiciones” y que es la Policía la que tendrá que dilucidarlo.

Así, el responsable de los bomberos explicó que el derrumbe podría estar relacionado con alguna práctica propia de este tipo de trabajos, como la reducción de cargas, la eliminación de tabiquerías o la eliminación de alguna zona de pendiente sobre el forjado para eliminar el peso.

También comentó que en la zona centro de Madrid es “muy difícil” acopiar material de construcción, por lo que es habitual hacerlo en la cubierta y puede que justo en este caso haya tocado una zona sensible.

La Policía Municipal de Madrid se encarga de investigar lo ocurrido y en el interior del edificio trabajan agentes de la Policía Judicial, entre ellos personal especializado en la investigación de siniestros laborales y agentes especialistas en realizar inspecciones oculares y técnico policiales.

Catorce horas de laborioso rescate

Sobre el lugar en el que se encontraban las víctimas mortales, Seguí explicó que los responsables de la obra habían comunicado que un trabajador estaba en las plantas superiores; una mujer, en la oficina técnica, que había ido al aseo en ese momento, y otros dos trabajadores en la planta del sótano, lo que coincidió con la secuencia en la que han encontrado los cuerpos.

Los trabajos de rescate comenzaron a la una de la tarde del martes y la última víctima fue rescatada a las tres de la mañana y fue “muy laborioso”, ya que primero hubo que asegurar la zona porque había muchos escombros con riesgos de caída y estos se encontraban muy apelmazados y compactados, por lo que había que trabajar “a mano”.

Por “suerte”, el espacio interior de las plantas del sótano eran bastante grande y se trataba de un espacio “totalmente limpio” de tabiquería y obstáculos, por lo que pudieron hacer el desescombro directamente hacia la parte de atrás de esa estructura.

Ahora, los bomberos están comprobando cómo ha quedado el edificio con la Policía Científica para que ellos puedan hacer un informe y seguir con la investigación. (I)