Un hombre trató de pasar inadvertido pero no pudo. Simulaba esperar transporte público y miraba la calle de lado a lado. Se sentó en una banca. Sus movimientos los captó una cámara de vigilancia. Esperó que pasara el automóvil en el que se desplazaba Samantha Gómez Fonseca, una activista trans, y se acercó. Sacó el arma de fuego que escondía y disparó.