Más de 30 países, encabezados por Estados Unidos, se comprometieron con más de $1.500 millones para apoyar a los venezolanos que huyeron de su país en medio de una severa crisis.

Una conferencia internacional, organizada por Canadá con apoyo de la ONU, y que fue tachada de “farsa” por el gobierno de Nicolás Maduro, tenía el objetivo de recaudar $1.440 millones para hacer frente a la segunda mayor crisis migratoria del planeta.

La meta fue superada con el compromiso de una treintena de países de aportar $954 millones, junto a $600 millones en préstamos por parte del Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo.

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“Estamos en una coyuntura crítica”, dijo el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, en un comunicado. “La pandemia de COVID-19 ha golpeado a América Latina y el Caribe con especial ferocidad, en un momento en el que luchan por responder al segundo mayor desplazamiento de personas del mundo fuera de su país”.

El año pasado se reunieron menos de la mitad de los fondos necesarios para la atención de la crisis, por lo que la ministra canadiense de Desarrollo Internacional, Karina Gould, celebró el “aumento significativo” en la “respuesta de la comunidad mundial”.

“Tendrá un impacto muy significativo para los migrantes venezolanos y sus comunidades de acogida”, señaló.

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De hecho, Antonio Vitorino, director general de la Organización Internacional para las Migraciones, estimó que el monto debe beneficiar a “unos tres millones” de venezolanos, poco más de la mitad de 5,6 millones de migrantes que estima el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) huyeron de su país desde finales de 2015.

“Unificar y sumar esfuerzos”

La mayoría de los migrantes fueron acogidos por 17 países de América Latina y el Caribe, en medio de la peor crisis de la historia reciente de la otrora potencia petrolera.

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“Este reto migratorio necesita recursos, desembolsos”, expresó el presidente de Colombia, Iván Duque, el país que recibe la mayor parte de esos migrantes.

Venezuela lleva ocho años en recesión y su crisis política se agravó en enero de 2019, cuando el líder opositor Juan Guaidó, que en ese momento era presidente del Parlamento, se declaró presidente interino.

Los principales donantes de la conferencia fueron Estados Unidos, con $400 millones, seguido por la Unión Europea ($180 millones), Alemania ($97 millones), Canadá ($94 millones) y España ($60 millones).

El evento también reunió a nuevos donantes como Australia, Chipre, Letonia, Lituania, Polonia y Nueva Zelanda.

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Los fondos, dijo Gould se utilizarán para asistencia humanitaria, ayuda alimentaria de emergencia, atención sanitaria básica y educación en esos países, así como en Venezuela.

“Una parte será (desembolsada) en la propia Venezuela porque reconocemos que una de las mejores maneras de ayudar a resolver esta crisis es asegurar que los venezolanos tengan acceso a las necesidades básicas”, explicó Gould en una entrevista en la que destacó una reciente “mayor apertura” por parte del gobierno de Maduro para permitir la entrada de agencias de ayuda internacional y oenegés.

“Discriminación y xenofobia”

Entre 1.800 y 2.000 venezolanos siguen huyendo de su país cada día, según ACNUR.

“Prevemos que estos flujos seguirán creciendo durante el resto del año”, destacó Vitorino.

La cancillería venezolana condenó por su parte “el cinismo de esta caricaturesca convocatoria” y exigió “a los gobiernos y organizaciones que participan en tan evidente farsa, que cesen sus actos de agresión política, económica y comunicacional”.

“Exhiben una cínica lectura de la situación de las personas migrantes de origen venezolano, omitiendo escandalosamente, tanto las causas vinculadas a la imposición de un bloqueo criminal a través de sanciones ilegales”, que incluyen un embargo petrolero desde 2019, “hasta las situaciones de discriminación y explotación a las que son sometidas”.

En tanto Guaidó, reconocido presidente por varios de los países participantes, agradeció los aportes. “Debemos unificar y sumar esfuerzos para una solución en Venezuela”, dijo.

Durante el evento, en el que no se hicieron anuncios sobre los compromisos adoptados por países donantes, también intervino el Secretario General de Naciones Unidas, Antonio Guterres, quien aseguró que “los venezolanos enfrentan una creciente discriminación y xenofobia” que “el covid 19 ha exacerbado”.

América Latina, donde permanece la gran mayoría de los migrantes venezolanos, ha sido duramente golpeada por la pandemia: el virus ya se cobró más de 1,2 millones de vidas e infectó a 35 millones de personas en la región, donde la vacunación avanza a paso lento. (I)