El macabro caso de la mujer británica que tenía entre sus planes matar a alguien al azar y lo hizo

La vida de Jemma Lille estuvo marcada por el abuso sexual perpetrado por su propia madre cuando solo era una niña de cinco años. Y aunque su padre se divorció y logró la custodia de sus hijos, poniendo fin a esos días, ya el daño estaba hecho, convirtiéndola en una adolescente que le fascinaba las historias de terror que veía en las películas.

Tal como muchas personas suelen manifestar, la mujer nacida en Stamford, Inglaterra, tenía varios deseos que cumplir y uno de ellos lo sentenció como su gran meta: matar a alguien, sin importar quién fuera.

Tras lograr safarse de la tutela de su padre al cumplir la mayoría de edad emigró a Australia, donde se casó con su amigo Gordon Galbraith, con la intención de obtener la ciudadanía de ese país. Pero al morir este en un accidente de tránsito, conoció a quien sería su cómplice y amante Trudi Lenon, de 40 años.

La australiana era madre de tres hijos y al conocer el gran deseo de Jemma, decidió ayudarla al elegir a su víctima y cometer el atroz asesinato de Aaron Pajich, un joven de 16 años, compañero de estudios de uno de los hijos de Lenon.

Infobae relata la historia del homicidio del adolescente, a quien citaron en un centro comercial bajo el engaño de instalar un programa de juegos en su computadora. Ya en casa, las dos mujeres se encargaron de ahorcarlo y apuñalarlo el 13 de junio de 2016. Jemma Lille lo destrozó con un filoso cuchillo, tal como lo veía en los films de Freddy Kuegger, por lo que procedió a cortarle la yugular y perforarle el hígado y los pulmones.

Las mujeres habían planeado sumergir el cadáver de Aaron en un barril con ácido clorhídrico, pero luego vieron que era muy tedioso y largo desaparecerlo así, y optaron por enterrarlo en el patio de su casa cavando una fosa poca profunda. El crimen se descubrió y ambas fueron declaradas culpables de asesinato y sentenciadas a cumplir cadena perpetua en el 2018. (I)