Israel anunció el jueves que deportará a Europa a los activistas propalestinos de una flotilla de ayuda dirigida a Gaza y señaló que ningún barco de la flota logró romper el bloqueo naval impuesto al territorio palestino.

La flotilla Global Sumud, que significa “resiliencia” en árabe, partió de Barcelona a inicios de septiembre con unos 45 navíos y centenares de activistas propalestinos de más de 45 países, varios de ellos latinoamericanos.

La Marina israelí comenzó el miércoles a interceptar esos barcos tras advertirles que no entraran en aguas que, según Israel, están bajo su bloqueo naval a Gaza.

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Según la ONU, la franja costera sufre una hambruna y su territorio está devastado por la implacable ofensiva de Israel, lanzada en represalia por el ataque del movimiento islamista palestino Hamás el 7 de octubre de 2023.

“Ninguno de los yates provocadores de Hamás-Sumud ha tenido éxito en su intento de entrar en una zona de combate activa o romper el bloqueo naval legal”, declaró el Ministerio de Relaciones Exteriores israelí en un comunicado.

“Un último barco de esta provocación se mantiene a distancia. Si se acerca, se impedirá también su intento de entrar a una zona activa de combate y romper el bloqueo”, agregó.

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El canciller griego, George Gerapetritis, afirmó que los pasajeros de los 39 buques interceptados presentaban “buena salud” y estaban siendo transportados al puerto israelí de Asdod.

Los organizadores griegos de la flotilla anunciaron que 11 de sus conciudadanos están en huelga de hambre en protesta por su “detención ilegal por las autoridades israelíes”.

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Israel había asegurado que los activistas de la flotilla iban a ser deportados a Europa, pero no especificó a qué país o países.

“Los pasajeros están a salvo y con buena salud”, escribió el Ministerio de Exteriores israelí en X, junto a fotos de la sueca Greta Thunberg y otros integrantes de la flotilla.

Reclamos en España y Latinoamérica

Los organizadores de Global Sumud denunciaron las intercepciones como “un ataque ilegal” ocurrido en aguas internacionales.

La noticia de la interceptación generó preocupación internacional, sobre todo en los países de origen de los activistas.

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El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, afirmó que la acción muestra “nuevamente la brutalidad de Israel” y “la locura de sus líderes genocidas intentando esconder sus crímenes contra la humanidad en Gaza”.

La fiscalía jefe del país también anunció la apertura de una investigación por el arresto de 24 turcos entre los pasajeros de la flotilla.

El presidente de Colombia, Gustavo Petro, expulsó el miércoles a la delegación diplomática de Israel en Bogotá tras denunciar la detención de dos conciudadanas y exigir su liberación.

En México, la cancillería confirmó la detención de tres de los siete nacionales partícipes, y Brasil condenó la interceptación militar israelí de la flotilla en la que viajaban 15 de sus ciudadanos, entre ellas la diputada Luizianne Lins.

“Pasa a ser responsabilidad de Israel la seguridad de las personas detenidas”, dijo el gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

España, con unos 65 participantes en la flotilla, convocó a la encargada de negocios de Israel en Madrid y la fiscalía abrió una investigación sobre la interceptación, examinando posibles violaciones de los derechos humanos que podrían constituir crímenes contra la humanidad.

El canciller belga también convocó a la embajadora de Israel por el arresto de siete conciudadanos que participaron en la flotilla. Y el presidente francés pidió a las autoridades israelíes que respetaran el derecho internacional y protegieran a los ciudadanos franceses a bordo.

En tanto, el movimiento islamista Hamás condenó la interceptación como un “crimen de piratería” y la calificó de “terrorismo marítimo”.

“Intimidación”

Tras su partida de España, la flotilla hizo una escala de 10 días en la costa de Túnez, donde los organizadores reportaron dos ataques con drones.

También denunciaron que dos de sus barcos fueron sometidos a “maniobras de hostigamiento” por parte de Israel.

Global Sumud había prometido continuar con su esfuerzo por romper el cerco israelí y entregar la ayuda a Gaza, pese a lo que llamó tácticas de “intimidación” del ejército israelí.

Tras los ataques de drones, Italia y España desplegaron buques militares para escoltar la flotilla, en la que también participó el nieto de Nelson Mandela, Mandla Mandela, o la exalcaldesa de Barcelona, Ada Colau.

Pero el miércoles, el gobierno español les pidió no ingresar en la zona de exclusión declarada por Israel, que se extiende a 150 millas náuticas de Gaza, y advirtió que su fragata no lo haría, como tampoco hizo el buque italiano.

Israel bloqueó campañas similares con flotillas en junio y julio. (I)