Con o sin estrategias de promoción, el avión caza Shenyang J-35A, de China, no termina de conectar con las fuerzas aéreas ni expertos de otros países. Es decir, no vuela en ventas.

El medio National Security Journal publica que el Shenyang J-35A no ha logrado conseguir compradores extranjeros, “ni siquiera de aliados de larga data como Pakistán”.

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Wang Yongqing es el diseñador del J-35A y señala que el caza evasor de radar fue “creado para actuar como la columna vertebral de los esfuerzos de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación para neutralizar amenazas de aviones furtivos hostiles, es decir, de alto nivel”.

China eleva la resistencia de sus soldados con exoesqueletos, pueden cargar 70 kilos en lugares donde es imposible acceder con vehículos

Sus palabras las difundió el periódico estatal China Daily este 2025.

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Manifestó que el J-35A “se ajusta al objetivo de la Fuerza Aérea del Ejército Popular de Liberación ( FAELP ) de crear una flota de cazas de baja observabilidad, asequibles pero de gran capacidad, de escala considerable”.

Por qué no capta compradores el caza J-35 A

El J-35A es una versión mejorada del modelo naval J-35 y cuenta con aviónica y sensores avanzados diseñados para volar sin ser detectado, destaca La Tercera.

a diferencia del F-35 de un solo motor, el J-35A presenta una configuración de dos motores, lo que mejora el empuje, la maniobrabilidad y la resistencia operativa.

Galaxia Militar

Ni por su parecido con el avión estadounidense F-35, el J-35 ha podido alzar vuelo en ventas. “No ha atraído a la multitud de compradores extranjeros que la Corporación de la Industria de Aviación de China (AVIC) esperaba”, dice National Security Journal Tampoco ha sido requerido para conocer más acerca de sus capacidades avanzadas.

¿Qué sucede?

La razón de la falta de ventas está en los terrenos de la geopolítica.

Explica el medio, citando a una fuente de inteligencia, la compra del J-35A implica condiciones polémicas, pues consideran que es abrir una hendija a posibles riesgos de espionaje.

Al ahondar en el argumento, la fuente sostiene que la adquisición del caza “conlleva la presencia permanente de técnicos chinos y riesgos significativos de ciberseguridad y espionaje que los clientes potenciales no están dispuestos a aceptar”.

“Si compras algo chino, obtienes técnicos chinos, una presencia permanente en tu territorio, y también la conectividad del avión enlazada con todos tus otros sistemas informáticos”, agrega AS, al exponer lo que piensa el exoficial de inteligencia estadounidense.

El J-35, de acuerdo con Wang Yongqing, representa una familia de aviones de combate. La serie J-35 está diseñada para ser una plataforma con múltiples variantes para las fuerzas aéreas y navales chinas.

“Gracias a la reutilización de tecnologías, la nueva aeronave cuenta con tecnología y sistemas altamente maduros, lo que a su vez mejora su fiabilidad”, indica en el site del Ministerio de Defensa Nacional de la República Popular China.

Resaltan en La Tercera que con este avión, China se convierte en el segundo país, después de Estados Unidos, en contar con dos tipos de cazas furtivos activos: el J-20 y el J-35A. (I)

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