“Tengo una segunda oportunidad en la vida y la voy a aprovechar con Rebekka a mi lado”. Así lo dice Ben Wilson, un hombre de 31 años al que el corazón se le detuvo durante 50 minutos. Un coágulo de sangre le provocó un ataque cardíaco masivo, difundió The Sun el 26 de febrero de 2024.

Durante casi una hora, para tratar de reanimarlo, de recuperar los signos vitales, “los paramédicos le aplicaron descargas asombrosas 17 veces”. Hicieron lo correcto, tras la desesperación, todos respiraron más aliviados: Ben volvió a la vida.

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Los médicos están sorprendidos con el final de esta historia. Porque no solo fue superar este alto pico de emergencia. A Ben el corazón le siguió fallando y tras este órgano siguieron los riñones.

En junio de 2023 comenzó este grave deterioro en la salud de Ben Wilson. El hombre se desplomó en la vivienda que comparte con su pareja, Rebekka Holmes, ubicada en Barnsley, South Yorkshire, Inglaterra.

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El medio británico señaló que, como si fuera un niño, “después de recuperar el conocimiento, Ben tuvo que aprender a caminar de nuevo”.

Además, “estuvo tres meses en un centro de rehabilitación neuropsiquiátrica”.

Ben demostró ser un roble, ya está en casa, junto a su Rebekka, de 27 años, y con planes de casarse.

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La gravedad de Ben Wilson: se le detuvo el corazón

En junio pasado, cuando Ben Wilson volvió a la vida “fue puesto en coma inducido durante cinco semanas”. En ese tiempo el hombre sufrió una serie de ataques cardíacos. Los médicos esperaban lo peor y buscaban preparar a Rebekka. Le notificaron nueve veces “que no lo lograría”.

Rebekka es socorrista y entendía lo que sucedía. Vio cómo en la emergencia, los paramédicos que llegaron a su casa “usaron un desfibrilador para darle descargas eléctricas a Ben 11 veces en 40 minutos antes de que finalmente lograra que le latiera el corazón.

“Pero cuando lo sacaron al jardín, se volvió a ir y le dieron seis descargas eléctricas en otros 10 minutos y lo trajeron de regreso”, explicó a The Sun.

El hombre fue llevado al hospital, donde los cirujanos le insertaran un stent para abrir su arteria.

Ben, narró el medio, “entró en coma inducido, pero dos días después su cerebro se hinchó”. Luego, uno tras otro, se presentaban los ataques al corazón.

La novia escuchó cómo en un solo día a ella y a los familiares de Ben “les dijeron tres veces que no sobreviviría a la noche”.

El poder del amor ayudó al hombre del milagro

Antes de que Ben saliera del coma, de manera sorprendente, “sobrevivió a una serie de convulsiones, presentó insuficiencia renal y hasta apareció otro coágulo de sangre”.

Ben despertó. No recuerda nada de lo ocurrido en junio. Al hablar, por vez primera, luego de duras y largas semanas, dijo: Rebekka.

La novia está convencida de que su amor por él lo ayudó a salir adelante. Ella hizo todo lo que a su alcance estuvo para hacerle saber que estaba cerca, amándolo.

Ben y Rebekka llevan 7 años juntos y esos momentos no serían los últimos. Ella lo esperó, lo acompañó. No se apartó de Ben, lo llenó de besos, le dijo millones de veces que lo amaba, le cantaba ‘Dream a little dream of me’ –un tema que los une-; roció su perfume en su almohada y le llevó a la cama un peluche que el mismo Ben le había obsequiado.

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Almas gemelas

La recuperación del hombre, de 31 años, para Jennifer Hill, directora médica (operaciones) de Sheffield Teaching Hospitals NHS Foundation Trust, “es un testimonio de la habilidad de los equipos médicos aquí y, por supuesto, de la determinación y resistencia de Ben”.

Tengo problemas del habla y de la memoria, pero me siento fuerte y bien.

Ben Wilson citado en The Sun

Rebekka sostiene: “Es un milagro que haya sobrevivido, pero hay estudios que dicen que el amor y el tacto pueden ayudar”.

Ben Wilson volvió a casa y dice que “mejora cada día”. No piensa desaprovechar el milagro de seguir vivo y junto a su Rebekka. “Me ha hecho querer aprovechar al máximo mi segunda oportunidad”, afirma él. Y ella responde amorosa: “Somos almas gemelas”. (I)

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