El presidente colombiano, Gustavo Petro, defendió este miércoles la compra de 17 cazas Gripen a la compañía sueca Saab; aseguró que sugerir que recibieron comisiones por ese multimillonario negocio es una “completa tropelía”, y también explicó que las aeronaves se utilizarán para combatir el narcotráfico.
“He pedido que se publiquen todos los datos de los contratos (...) el contrato se firmó hace unos días. Y en esa medida decir que recibimos comisiones es una completa tropelía”, dijo Petro en una alocución.
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El mandatario aseguró que “se firmó el contrato después de tres años de negociaciones minuciosas”.
A propósito de este tema, la Contraloría pidió hoy al ministro de Defensa, Pedro Sánchez Suárez, información del contrato por 16,5 billones de pesos (unos 4.387 millones de dólares) con la compañía sueca Saab para la adquisición de los aviones, en medio de polémicas por supuesta corrupción.
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El exsecretario presidencial de Transparencia Camilo Enciso (2014-2017) solicitó a la Fiscalía Anticorrupción de Suecia abrir una investigación preliminar por supuestos actos de corrupción relacionados con la firma del contrato para la compra de los aviones que involucran a altos funcionarios colombianos, sin dar muchos detalles sobre su denuncia.
“Sobre la compra de los aviones sería bueno que el gobierno nos cuente por qué el precio unitario para Colombia subió tanto desde la negociación inicial y superó lo que han pagado países como Tailandia y Brasil. ¿Y por qué escogieron los aviones Griepen sobre los F16?”, expresó hoy en X la senadora opositora Paloma Valencia.
En ese sentido, Petro explicó hoy que la adquisición de las aeronaves es “fundamental” para “armar el Estado, para tener la capacidad de disuadir la acción armada contraria (del) narcotraficante”.
Igualmente, dijo que la compra de los aviones tiene otros componentes, pues también se adquiere armamento y se adiciona el mantenimiento de los mismos y el entrenamiento para los pilotos a través de simuladores.
A lo anterior, el presidente sumó que esa compra trae consigo ayudas sociales para hospitales, fabricación de paneles solares en el Caribe y agua potable para el desértico departamento de La Guajira (norte).
Explicó que el conjunto de todo eso es lo que hace que cada avión tenga un valor de 215 millones de dólares y que no tienen fundamento las críticas de la oposición, porque antes se compraron “aviones pelados, es decir, sin apoyo logístico, sin armas, etcétera”.
Petro aseguró en abril pasado que había seleccionado a Saab para el suministro de cazas Gripen que reemplazarán la vieja flotilla de aviones israelíes Kfir, adquirida de segunda mano en la década de los 80.
Desde diciembre de 2022, Petro ya había manifestado su intención de reemplazar los Kfir porque estaban cerca de cumplir su vida útil y, consideraba entonces, que “era un peligro subirse a esos aparatos”. (I)