El presidente de Colombia, Gustavo Petro, tildó de “reacción terrorista” las dos explosiones producidas en las inmediaciones de la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez en la ciudad colombiana de Cali.

El ataque con explosivos ha dejado un muerto y diez heridos en medio de la peor ola de violencia en la última década en Colombia, según un balance preliminar de la policía.

Petro aseguró los atentados estuvieron incentivados por la derrota producida a buena parte de la columna de Carlos Patiño, luego de que el Ejército haya incautado miles de municiones y explosivos a la estructura disidentes de las FARC.

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“Después de la derrota producida a la columna Carlos Patiño con la pérdida de buena parte del cañón del Micay, tenemos una reacción terrorista en Cali con dos civiles muertos. El terrorismo es la nueva expresión de las facciones que se dicen dirigidas por Iván Mordisco, y que se han supeditado al control de la junta del narcotráfico”, dijo el mandatario colombiano.

El estallido generó pánico en una zona concurrida de Cali, donde además de la base militar funcionan locales comerciales. Videos difundidos en redes sociales muestran vehículos destruidos, un camión en llamas y personas heridas siendo atendidas en la vía pública.

Horas antes de la explosión en Cali, otro hecho de violencia conmocionó a Colombia: un helicóptero de la Policía fue atacado en Antioquia, causando la muerte de ocho uniformados y dejando varios heridos. Según el Gobierno, la acción fue perpetrada por el frente 36 de las disidencias de las FARC.

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La oposición política criticó duramente al Ejecutivo. El precandidato presidencial Sergio Fajardo señaló que el Valle del Cauca está “sitiado por la violencia” y acusó a Petro de no asumir la responsabilidad en materia de seguridad.

Mientras la Fiscalía y las Fuerzas Armadas investigan el origen exacto de las explosiones, la ciudadanía en Cali enfrenta nuevamente la incertidumbre que deja la violencia de grupos armados en medio de un frágil proceso de paz. (I)