La justicia británica autorizó a la exesposa del oligarca Vladimir Potanin a demandarlo por una parte de su fortuna. La decisión del Tribunal de Apelación abre la puerta a una nueva etapa en la larga disputa legal que inició en 2019.
Natalia Potanina sostiene que recibió menos del 1 % del patrimonio conyugal tras su divorcio en 2014. Según sus abogados, el acuerdo original le otorgó apenas 41 millones de dólares, frente a un capital que hoy bordea los 20.000 millones.
El fallo permite que Potanina reclame la mitad de los dividendos de la empresa Nornickel, uno de los gigantes mundiales del níquel y el paladio. Además, exige una propiedad de lujo en Rusia, conocida como The Autumn House, valuada en unos 150 millones de dólares.
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Los representantes legales de Potanin, actual director de Norilsk Nickel, alegaron que la mujer ya había recibido alrededor de 84 millones de dólares. También insistieron en que ella no tiene vínculos sólidos con Inglaterra, país donde busca llevar su demanda.
El Tribunal Superior había rechazado la causa en primera instancia, al considerar que podría abrir la puerta al “turismo de divorcio”. Sin embargo, la Corte de Apelación corrigió esa postura, señalando que Potanina prácticamente cortó sus lazos con Rusia.
Los jueces resaltaron la “desproporción significativa” entre lo que recibió la exesposa y lo que habría obtenido en jurisdicción británica. Consideraron que existen fundamentos suficientes para que la mujer busque un alivio financiero sin restricciones especiales.
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El matrimonio Potanin se celebró en 1983 en Rusia y duró tres décadas, con tres hijos en común. La separación formal llegó en 2014, aunque Potanina afirma que la ruptura real ocurrió recién en 2013.
El caso ha atravesado distintas instancias judiciales en el Reino Unido. En 2022, Potanin fue sancionado por el gobierno británico debido a la invasión rusa a Ucrania, lo que añadió un nuevo matiz a la disputa. (I)
