El gobierno estadounidense redujo el jueves de cinco años a 18 meses el período de validez de los permisos de trabajo para refugiados, solicitantes de asilo y otros migrantes.
Esta nueva medida forma parte de la amplia ofensiva del gobierno de Donald Trump contra la inmigración, y llega apenas dos días después de que se suspendieran las solicitudes de inmigración para ciudadanos de 19 naciones.
Trump anunció un endurecimiento de las medidas tras el atentado contra dos miembros de la Guardia Nacional la semana pasada en Washington.
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El acusado es un afgano que llegó a Estados Unidos como parte de un programa de reasentamiento tras la retirada militar estadounidense de Afganistán en 2021.
Joseph Edlow, director de los Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS), citó el ataque del 26 de noviembre en la capital estadounidense como una razón para la medida.
“Reducir el período máximo de validez para la autorización de empleo garantizará que quienes buscan trabajar en Estados Unidos no amenacen la seguridad pública ni promuevan ideologías antiestadounidenses perjudiciales”, dijo Edlow en un comunicado.
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“Después del ataque a los miembros de la Guardia Nacional en la capital de nuestra nación por un extranjero que fue admitido en este país por la administración anterior, es aún más evidente que USCIS debe realizar verificaciones frecuentes de los extranjeros”, añadió.
La solicitud de asilo del acusado fue presentada durante el gobierno de Joe Biden pero fue aprobada en abril de 2025 con Donald Trump ya en el poder.
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El USCIS indicó que la medida se aplicará a los migrantes admitidos como refugiados, a los migrantes que hayan recibido asilo y a aquellos cuya deportación haya sido suspendida.
El martes, la administración Trump suspendió las solicitudes de inmigración para ciudadanos de 19 naciones que ya estaban sujetas a restricciones de viaje.
El procesamiento de tarjetas de residencia y ciudadanía fue suspendido para ciudadanos de Afganistán, Yemen, Haití, Venezuela, Sudán y Somalia, entre otros.
Trump hizo campaña para la presidencia con la promesa de deportar a millones de migrantes indocumentados y, tras el tiroteo contra la Guardia Nacional, dijo que planeaba “hacer una pausa permanente para la migración de todos los países del Tercer Mundo”. (I)
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