Oksana Balandina, de 23 años vio cómo su vida le cambió en fracciones de segundos. Mientras caminaba de regreso a su casa en Lisychansk, una localidad ubicada en la región oriental de Ucrania, el destino la condujo a pisar una mina terrestre que estalló y la dejó sin sus dos piernas y cuatro dedos de su mano.