El róver Perseverance de la NASA encontró en la superficie de Marte una roca que podría ser un meteorito, un hallazgo que llamó de inmediato la atención de los científicos por su forma y composición inusuales.

Según un informe publicado el 13 de noviembre en el blog de la NASA por Candice Bedford, científica de la Universidad Purdue, la roca fue identificada el 2 de septiembre (Sol 1612 de la misión) mediante la cámara Mastcam-Z.

Eta Cassiopeiae: el sistema estelar cercano que podría esconder mundos habitables

Apodada Phippsaksla, esta roca estacaba por su apariencia “esculpida” y elevada, en contraste con otras rocas planas y fragmentadas de su entorno dentro del sitio denominado Vernodden.

Publicidad

Posteriormente, Perseverance utilizó su instrumento láser SuperCam, que determinó que la roca, de unos 81 centímetros de largo, está compuesta de hierro y níquel, materiales característicos del núcleo de grandes asteroides del sistema solar.

Si su origen se confirma, sería el primer meteorito descubierto por Perseverance desde su llegada al planeta rojo el 18 de febrero de 2021.

Aunque sería su primer hallazgo, otras misiones han encontrado varios meteoritos metálicos en Marte. El róver Curiosity, activo desde 2012, identificó en el cráter Gale piezas destacadas como Lebanon, de un metro de diámetro, en 2014, y Cacao, en 2023. También los predecesores Opportunity y Spirit detectaron múltiples meteoritos durante sus misiones entre 2004 y 2018.

Publicidad

El nuevo observatorio Rubin revela un gigantesco río de estrellas oculto alrededor de la galaxia M61

Los especialistas esperaban que Perseverance hallara más de estas rocas, debido a que el cráter Jezero tiene una edad y condiciones similares al cráter Gale, con múltiples impactos que indican que meteoritos debieron caer sobre su superficie y bordes a lo largo del tiempo.

Sin embargo, la búsqueda de meteoritos es apenas una tarea secundaria. La misión principal de Perseverance es detectar indicios de antigua vida microbiana en Marte y recolectar muestras para un eventual retorno a la Tierra.

Publicidad

En octubre, la NASA anunció que el róver encontró “huellas químicas tentadoras” que podrían estar asociadas a reacciones entre sedimentos y materia orgánica. Pero, debido a las limitaciones de sus instrumentos, será necesario traer las muestras a la Tierra para determinar si contienen señales biológicas reales.

El hallazgo de Phippsaksla se suma al creciente catálogo de rocas metálicas detectadas por los rovers en Marte y podría aportar pistas sobre el pasado del planeta y la historia del sistema solar. (I)