El papa León XIV expresó su aprecio a cerca de 300 exorcistas que participaron en el XV Congreso Internacional de Exorcistas (AIE). El pontífice recordó que su trabajo es “delicado y necesario”. También pidió que se viva como un servicio pastoral que brinde tanto liberación como consuelo a las personas que acuden a la Iglesia en busca de ayuda.
El mensaje, transmitido en nombre del papa por el cardenal Pietro Parolin, secretario de Estado, exhortó además a los pastores a sostener espiritualmente a los fieles que enfrentan sufrimiento y a confiar en la presencia de Cristo en cada exorcismo.
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El pontífice recordó la importancia de acompañar con oración a quienes realmente padecen fenómenos de posesión, subrayando que el sacramental del exorcismo debe ser invocado con fe para alcanzar la victoria sobre el mal.
Durante el encuentro, el presidente de la Asociación, Mons. Karel Orlita, destacó el valor de la comunión eclesial que sustenta este ministerio, profundamente enraizado en el Evangelio. También señaló la relevancia de la formación permanente que promueve la organización, tanto en Italia como en otros países.
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El congreso recordó la aprobación del nuevo estatuto de la AIE por parte del Dicasterio para el Clero, el pasado 25 de marzo, un gesto que respalda el crecimiento de la Asociación, que ya supera los mil miembros en el mundo.
Entre los temas abordados figuraron aspectos teológicos y prácticos del ministerio. Mons. Aurelio García Macías, subsecretario del Dicasterio para el Culto Divino, presentó la revisión del Ritual de los exorcismos, destacando la centralidad de Cristo, el discernimiento de acciones extraordinarias del maligno y la correcta aplicación de los signos.
La Misa inaugural fue presidida por el cardenal Arthur Roche, prefecto del mismo Dicasterio, quien reafirmó el compromiso de la Iglesia de acompañar a los fieles que sufren la acción del demonio.
Finalmente, los participantes recordaron al padre Gabriele Amorth, fundador y primer presidente de la AIE, al cumplirse nueve años de su fallecimiento, destacando su legado en la formación de generaciones de exorcistas. (I)