El Antonov AN-225, el avión de carga más grande del mundo, ha sido víctima del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.

Símbolo de la ingeniería de Ucrania, este avión estaba en un hangar del aeropuerto de Hostomel, centro de ataques de los rusos.

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Días atrás, los rusos habían atacado ese aeropuerto, pero no se tenía datos certeros de los daños que pudo sufrir este avión con capacidad de transportar 250 toneladas.

Antonov Company había insistido esta semana que hasta que el AN225 no haya sido inspeccionado por expertos no podía informar sobre el estado técnico de la aeronave.

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No obstante, la prueba fehaciente de los daños que sufrió ese avión han llegado este viernes 4 de marzo. Medios rusos acudieron hasta la base donde se hallaba el avión y han mostrado imágenes de la nave destruida.

Del avión queda parte de la nariz y las alas. Y no cabe duda de que se trate del AN225, pues lleva marcada su insignia en el fuselaje.

El Antonov AN225 era considerado un símbolo en Ucrania. Tomado de Antonov Company

El opulento Mriya, que traducido significa sueño, había volado por varios aeropuertos del mundo llevando partes de aviones, helicópteros, suministros, entre otras cargas de volumen importante. Durante la pandemia trasladó insumos.

El Sistema de Información sobre Incendios para la Gestión de Recursos de la NASA había detectado días atrás múltiples incendios en el aeropuerto, incluso en el hangar donde se encuentra el avión. El fuego en el hangar se detectó a las 11:13 del domingo, según datos de la NASA.

Este avión fue construido inicialmente como parte del programa aeronáutico soviético, el AN-225 realizó su primer vuelo en 1988.

Tras años sin volar después de la caída de la Unión Soviética, el único ejemplar existente realizó un vuelo de prueba en 2001 en Gostomel, a unos 20 kilómetros de Kiev.

Dmytro Kuleba, ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, había anticipado los daños del AN225 cuando posteó un tuit con este mensaje: “Este era el avión más grande del mundo, el AN-225 Mriya (Sueño, en ucraniano). Rusia puede haber destruido nuestro Mriya. Pero nunca podrán destruir nuestro sueño de un Estado europeo fuerte, libre y democrático. ¡Prevaleceremos!”. (I)