El Donbás, denominación no oficial de las regiones de Lugansk y Donetsk, es una de las regiones en disputa entre Rusia y Ucrania y el epicentro de los actuales combates entre rusos y ucranianos.

El presidente ruso, Vladimir Putin, las quiere anexionar a Rusia, y no es descartable que la región o una parte de ella sea objeto de negociación, aunque el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha insistido en todo momento en la integridad territorial de su país.

Qué es el Donbás

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El Donbás, la región en disputa, junto a Crimea, entre Rusia y Ucrania, es la denominación no oficial de las regiones de Lugansk y Donetsk, situadas al este de Ucrania y que viven un conflicto armado desde 2014, convertido en guerra abierta desde la invasión rusia de 2022.

La región tiene una extensión de casi 53.000 kilómetros cuadrados, limita con Rusia y está poblada en su mayoría por rusoparlantes desde la creación de la Unión Soviética.

Localizando los territorios reivindicados por Rusia en el país (Donetsk, Lugansk, Zaporiyia y Jersón) y Crimea (anexada en 2014), así como el avance de las tropas rusas, según datos del Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) en colaboración con el Critical Threats Project del American Enterprise Institute (AEI) al 17 de agosto de 2025 / AFP / Jean-Michel CORNU

Rica en recursos naturales, principalmente hulla, fue una de las regiones industriales más importantes de la antigua URSS, hasta que tras la desintegración de ésta, el sector sufrió una grave crisis de la que apenas sobrevivió gracias a las ayudas estatales.

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Tras la independencia de Ucrania en 1991, la región siguió manteniendo fuertes vínculos culturales, lingüísticos y económicos con Rusia, lo que se tradujo en un permanente foco de conflicto entre ambos países.

La sublevación prorrusa de 2014

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En abril de 2014, en Slaviansk, comenzó una sublevación armada prorrusa que acabó partiendo en dos las regiones de Donetsk y de Lugansk, una mitad controlada por los separatistas prorrusos y la otra bajo dominio del Ejército ucraniano.

En las zonas bajo su control los prorrusos organizaron referéndums, celebrados entre denuncias de graves irregularidades y combates de los separatistas con las fuerzas ucranianas que intentaban recuperar el territorio. Las votaciones se saldaron con un 90 % de votos a favor de la separación de Ucrania.

La independencia, proclamada en referéndum, no fue reconocida por la comunidad internacional.

En 2015, los acuerdos de Minsk, fraguados entre los líderes de Rusia, Ucrania, Francia y Alemania, estabilizaron el frente y trazaron una línea de separación de fuerzas entre ambos bandos, pero nunca se aplicaron completamente.

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Moscú y las autoridades prorrusas de Donetsk y Lugansk criticaron en repetidas ocasiones a Kiev por su reticencia a conceder un estatus especial al Donbás.

Las autoridades ucranianas condicionaban a su vez la cuestión del estatus a la recuperación del control sobre la frontera entre las regiones rebeldes y la Federación de Rusia, así como la celebración de elecciones locales bajo la legislación ucraniana en los territorios controlados por los separatistas prorrusos.

El nuevo statu quo en el Donbás desgajado de Ucrania que buscaban legitimar los referéndums trajo para sus habitantes una realidad marcada por el poder casi ilimitado de las milicias prorrusas, que, según testimonios de exiliados e informes de organizaciones proderechos humanos, normalizaron las detenciones arbitrarias y la tortura.

La invasión de Ucrania

Lo que durante ocho años fue un conflicto regional jalonado de declaraciones de alto el fuego entre los rebeldes -apoyados por Rusia con armamento y en ocasiones con tropas, según algunas fuentes- y el Ejército de Kiev, tomó una nueva dimensión tras la invasión rusa de Ucrania el 24 de febrero de 2022.

Tres días antes, el 21 de febrero de 2022, Rusia había reconocido la independencia de Donetsk y Lugansk.

Tras el fracaso del avance ruso hacia Kiev, seguido de su retirada del noreste de Ucrania a finales de marzo de ese año, Rusia declaró oficialmente que el verdadero objetivo de la “operación especial”, como la llama el Kremlin, era la “liberación del Donbás”.

En septiembre de ese año se celebraron nuevos referendos que registraron un apoyo de casi el 100 % a la unión con Rusia, que se anexionó oficialmente el Donbás. Sin embargo, la legitimidad y veracidad de estos resultados fue rechazada por el grueso de la comunidad internacional.

Situación actual

Gran parte del Donbás sigue siendo un frente activo de la guerra: aunque Rusia controla una parte considerable de Donetsk y casi toda Lugansk, Ucrania mantiene zonas importantes bajo su soberanía.

En 2024 los rusos lograron grandes avances en el sur y el centro de la región, pero a lo largo de 2025 las ganancias territoriales han sido más bien escasas y Ucrania mantiene bastiones como Sloviansk y Kramatorsk.

La última conquista anunciada por el ejército ruso, hace apenas diez días, fue la ciudad de Chasiv Yar, donde aún así se mantienen focos de resistencia ucraniana.

La mayoría de los países de la comunidad internacional consideran ilegal las anexión y reconocen el Donbás como territorio ucraniano. (I)