Aunque no es tan común, los humanos podemos padecer de enfermedades infecciosas que afectan e incluso deforman nuestros huesos.

Sin embargo, estas condiciones no son netamente humanas. Otros mamíferos, aves, reptiles e incluso los dinosaurios han sido víctimas de estas enfermedades.

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Un gran ejemplo del Triásico Tardío -unos 220 millones de años atrás- es “Teoplati”, un joven Plateosaurus de ocho metros que vivió en Suiza y cuyo esqueleto se expone hoy día en el Museo de Historia Natural de Zúrich.

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“Teoplati”: el dinosaurio con la más grave infección ósea

De acuerdo con Earth, los restos de “Teoplati”, como fue apodado el dinosaurio, se desenterraron en el 2018 y desde ahí comenzaron a ser analizados por por científicos de la Universidad de Zurich, junto con investigadores del Museo de Dinosaurios Frick.

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Especialmente interesados en la condición de sus huesos, la investigación después reveló que este Plateosaurus sufría de osteomielitis, una devastadora infección ósea que afectó gravemente su salud y movilidad.

Esta es una enfermedad que también afecta a otras formas de vida -incluyendo a humanos- y provocó una deformidad en el brazo del dinosaurio, dejándolo inutilizable.

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Muerte de Teoplati

Según los científicos, el entorno hostil del valle de Frick en Argovia se habría convertido en un gran pozo de arcilla debido a una inundación. Teoplati habría sido una de las víctimas de esta trampa, que resultó mortal al sumarse a su incapacidad.

El caso de Teoplati es un reflejo de cómo condiciones de salud que los humanos padecemos en la actualidad son más antiguas que la civilización misma, remontándose a incluso a más de 220 millones de años, cuando este dinosaurio aún se encontraba con vida.

(I)

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