A pocos minutos de conocerse la sentencia contra Bryan Kohberger, la Casa Blanca se sumó a los mensajes que se comenzaron a emitir tras difundirse la pena que deberá cumplir.

“Lamentamos mucho el dolor y la pena que han experimentado a manos de un asesino tan cruel y malvado”, indicó la secretaria de Prensa del presidente Donald Trump, Karoline Leavitt.

Este miércoles se realizó la audiencia de sentencia contra el conocido como el asesino de Idaho.

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El 13 de noviembre del 2022, cuatro estudiantes fueron asesinados en la ciudad de Moscow, Idaho. Esa madrugada, dos de las jóvenes habían estado en un bar y las otras en una fiesta del campus.

Sobre las 02:00 todos habían regresado a la casa y no se presentaron daños en la propiedad que indicaran que se forzó la entrada.

Pese a que en la casa habían otros dos personas, ellas salieron ilesas.

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Una de las testigos escuchó una voz masculina y además vio una figura vestida de negro.

Kohberger huyó en un sedán blanco que se había visto en la Universidad Estatal de Washington, donde estudiaba un posgrado en Criminología.

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La tercera vez que la joven abrió la puerta dijo que vio una figura vestida de negro.

Las autoridades luego identificaron un sedán blanco, un Hyundai Elantra, visto cerca de la escena del crimen, lo que fue un gran avance en una investigación que no había encontrado un sospechoso o un arma homicida seis semanas después del crimen.

El auto coincidía con uno visto en la Universidad Estatal de Washington, donde Kohberger era estudiante. El vehículo estaba registrado a su nombre.

Antes de la audiencia ya se había declarado culpable para evitar la pena de muerte.

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Durante la sesión de este miércoles, Kohberger se mostró inmutable pese a los desgarradores testimonios que se escuchaban por las víctimas y el fiscal.

Tras presentarse las pruebas, el juez Steven Hippler dictó cadena perpetura (una por cada víctima) y una reparación económica de 50.000 dólares a cada familia.

Nunca reveló los motivos por los cuales cometió el crimen.

“Aunque pudiera obligarlo a hablar, algo que legalmente no puedo hacer, ¿cómo podría alguien estar seguro de que lo que dice es la verdad?”, dijo el magistrado. (I)