El banco suizo Credit Suisse salió a defenderse de las acusaciones de que por décadas guardó fortunas de personas ligadas a la corrupción, afirmando que los hechos expuestos son “inexactos y sacados de contexto”, y asegurando que el 90 % de las cuentas que revisó frente a estas denuncias estaban ya cerradas o en proceso de serlo cuando fue informado de estas indagaciones.