Un jurado de Texas condenó el viernes al teórico de la conspiración estadounidense Alex Jones a pagar 45,2 millones de dólares por daños tras afirmar falsamente que un letal tiroteo en la escuela primaria Sandy Hook en 2012 fue un “engaño”.

El veredicto tiene lugar un día después de que el mismo jurado otorgara a una pareja, cuyo hijo murió en la masacre, 4,1 millones de dólares en compensación por el daño emocional causado por la difusión de mentiras por parte de Jones durante años en su programa de entrevistas radiofónicas y en línea InfoWars.

La masacre de Sandy Hook ocurrió cuando un hombre asesinó con un fusil semiautomático a 20 niños y seis adultos en ese establecimiento del estado de Connecticut, conmocionando a Estados Unidos y reviviendo el debate sobre las medidas de regulación de armas de fuego.

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Alex Jones, el polémico presentador estadounidense que aseguró que Sandy Hook fue un engaño

Jones, reconocida figura de la extrema derecha y adepto a las teorías de la conspiración, afirmaba sin evidencia en su sitio que la masacre era un montaje organizado por opositores a las armas de fuego.

Más temprano el viernes, Wesley Ball, abogado de Scarlett Lewis y Neil Heslin, padres del niño asesinado en Sandy Hook, advirtió al jurado: “Ustedes tienen la capacidad de enviar un mensaje a todo el país, e incluso al mundo (...) Y consiste en detener a Alex Jones. Parar la monetización de la desinformación y las mentiras”.

Ball les pidió asegurarse “de que no pueda volver a hacerlo”.

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Estas penas son las primeras en una serie de demandas interpuestas por varias familias de víctimas que exigen compensaciones.

Jones finalmente admitió de manera pública que la masacre fue real, pero rechazó cooperar con los tribunales.

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Jueces de Texas y Connecticut lo condenaron entonces a pagar una indemnización por daños y perjuicios a los demandantes, dejando al jurado fijar el monto.

Otras sanciones financieras deberían llegar próximamente y podrían privar a Jones de su plataforma.

Las matanzas, recurrentes en Estados Unidos, son regularmente objeto de teorías de la conspiración que las ponen en entredicho, y provocan a veces el acoso de familiares de las víctimas, acusadas de mentir. (I)