Tras la muerte de su madre, la reina Isabel II, el príncipe Carlos es desde ahora el nuevo rey del Reino Unido. A diferencia de su predecesora, que nunca visitó Ecuador durante sus 70 años de reinado, él lo hizo hace trece años.
El entonces príncipe Carlos, ahora Carlos III, y su esposa, Camilla Parker, nueva reina consorte, llegaron al país el 15 de marzo de 2009 a la isla de Baltra, en Galápagos, para conocer por dos días los trabajos de conservación ambiental de la fundación Charles Darwin.
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Pero antes de viajar al archipiélago, la pareja real llegó primero a la base aérea en Quito y luego se trasladó al Palacio de Carondelet, donde no fueron recibidos por el entonces presidente Rafael Correa, que en ese momento no brindó ninguna explicación de su ausencia, pero se comentó que fue por motivos familiares. Correa delegó al entonces vicepresidente Lenín Moreno y al canciller Fander Falconí para recibirlos en la visita, que duró 45 minutos.
Las autoridades ecuatorianas dialogaron con el príncipe Carlos sobre temas medioambientales y expusieron el proyecto Iniciativa Yasuní-ITT, para dejar el crudo de ese bloque bajo tierra, que finalmente fracasó.
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En su corto recorrido por la capital, Carlos y Camilla visitaron la iglesia La Compañía, de la comunidad jesuita, una de las construcciones de estilo barroco más hermosas de la ciudad.
Su visita a Ecuador fue la última parada de una gira de carácter ecológico, que los llevó también por Chile y Brasil. La pareja se hospedó en el hotel Royal Palm, en la isla de Santa Cruz, durante su visita oficial.
Ambos fueron recibidos desde que bajaron del avión y se encontraron con banderas de Ecuador y del Reino Unido. La entonces ministra del Ambiente, Marcela Aguiñaga, y el entonces cónsul británico en Galápagos, David Balfour, estuvieron a cargo del recibimiento.
“El Gobierno de Ecuador está encantado de recibirlos en este patrimonio natural”, declaró en esa ocasión Aguiñaga.
Durante su visita al Parque Nacional Galápagos, en la que Carlos recibió una medalla de Guardaparque Honorario y lucía un sombrero de paja toquilla, la pareja recorrió el Centro de Crianza de Tortugas Gigantes Fausto Llerena; y, junto con el entonces director del Parque, Édgar Muñoz, el ahora rey de Inglaterra apadrinó a una tortuga, a la que bautizó con el nombre de su hijo mayor, William, quien es desde ahora el primero en la línea de sucesión al trono británico.
En Santa Cruz, moradores de la isla hicieron una calle de honor y agitaron banderas en miniatura del Reino Unido y Ecuador. Carlos fue amable y se acercó a saludar a los artesanos que estaban en el malecón. Participaron también en actos con música tradicional de Ecuador. Y el alcalde de Santa Cruz, Leopoldo Bucheli, le entregó las llaves de la ciudad. (I)