Las blancas paredes de un templo católico en México quedaron agujereadas por completo. Prácticamente, no quedó mucho espacio entre un impacto de bala y otro. Se afirma que al recinto dispararon en más de 700 ocasiones.

Impresionantes son las imágenes que circulan en redes sociales. Cien o más de 100 balazos recibió un pared cerca del altar.

Lo ocurrido contra el templo de la comunidad de Santa Anita, en el municipio de Guachochi, Chihuahua, y un par de viviendas, el lunes 5 de junio de 2023, deja gran preocupación.

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Además de las detonaciones y sus consecuencias, una persona fue localizada decapitada y localizaron una camioneta quemada.

“Hay miedo en el pueblo”, resume el padre Javier Ávila, sacerdote jesuita.

Se me hace raro que toda la agresión se dirigieran al templo... una cantidad impresionante de impactos dentro y fuera del recinto

Javier Ávila, sacerdote jesuita

Cuenta a Milenio que les han dicho que todo obedece a un presunto enfrentamiento entre bandas armadas. Pero, el sacerdote se cuestiona: “Si fue enfrentamiento, y fue dentro del templo, porque no hay ningún rastro de sangre”.

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“Se me hace rato que toda la agresión, que tantas balas se dirigieran al templo”, opina.

Lamenta, al mismo tiempo, que esos ataques o hechos se den “en contra de espacios respetables para todo el pueblo, como es la iglesia”.

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¿Qué hay detrás de la incesante ola de violencia en México?

Tantos balazos, ¿un mensaje a la Iglesia?

La iglesia atacada está en la sierra Tarahumara, donde hay necesidad entre los pobladores.

Según El Universal, “se han asegurado más de 700 casquillos percutidos de diversos calibres. Fueron localizados al menos 422 casquillos de “cuerno de chivo” y R-15, además de una granada de fragmentación, entre otras evidencias de la balacera registrada”.

“Si es o no un mensaje a la Iglesia no nos preocupa, no nos asusta, porque todo esto acrecienta nuestro compromiso por construir la paz. Seguiremos trabajando incansablemente por la paz”, responde con firmeza.

Todos, como Iglesia, reafirmamos el compromiso por la paz y de seguir apoyando al pueblo

Padre Ávila a Milenio

A un año del asesinato de dos sacerdotes y dos laicos

Pronto se cumplirá un año de otro ataque a personal de la Iglesia en Chihuahua.

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Dos sacerdotes jesuitas y un guía de turistas fueron asesinados en su templo de la comunidad indígena de Cerocahui, en el estado mexicano de Chihuahua (norte), y los atacantes se llevaron los cuerpos, informó la Compañía de Jesús, reseñó El Universo el 21 de junio de 2022.

Por lo sucedido en esa oportunidad, el padre Ávila critica: “No cambian mucho las cosas en la sierra Tarahumara”.

Ni siquiera, dice, “fueron capaces de detener al autor material de la muerte de aquellos dos sacerdotes y de dos laicos”.

Los delincuentes –acusa el sacerdote jesuita- se la pasan paseando libremente y cometiendo sus fechorías.

“Ojalá se investigue a fondo lo ocurrido esta semana”, desea al tiempo de ratificar: “Nada de esto nos cambia de posición. Seguiremos siendo solidarios con el dolor de la gente, estaremos acompañándoles”. (I)

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