Lo importante no es ser sino aparentar, dice un refrán popular que puede resumir la mediática historia de Anna Sorokin, conocida por su alias Anna Delvey.
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La inmigrante rusa, de 31 años, se hizo pasar por una rica heredera alemana en la alta sociedad neoyorquina y consiguió estafar bancos, hoteles y conocidos.
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Lo importante no es ser sino aparentar, dice un refrán popular que puede resumir la mediática historia de Anna Sorokin, conocida por su alias Anna Delvey.
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La opositora de 58 años vive en la clandestinidad y su participación en la ceremonia generaba expectativa.
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