La muerte del piloto Fernando Tapia, ocurrida el pasado 29 de octubre luego de que su avioneta se estrellara en una región de Valparaíso, dio un giro inesperado tras conocerse el uso indebido de su tarjeta bancaria por parte de un amigo cercano.

De acuerdo a una denuncia de la familia, al encender el teléfono de Tapia comenzaron a llegar notificaciones de múltiples transacciones que superaban los tres millones de pesos chilenos, es decir, más de USD 3.000. Los movimientos incluían dos giros por 800 mil pesos en cajeros automáticos, además de compras en supermercados y tiendas.

Ese mismo día, el amigo del piloto adquirió dos pares de zapatillas para sí mismo y otro par, avaluado en 120 mil pesos, como regalo para el vendedor que lo atendió. Todos los pagos fueron cargados a la tarjeta de Tapia, quien ya había fallecido horas antes.

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El individuo acusado de estas transacciones fraudulentas ya fue citado para una audiencia de formalización de cargos, fijada para el próximo 29 de diciembre.

Fernando Tapia fue identificado como la única víctima fatal del accidente aéreo confirmado por las autoridades. Era piloto privado, instructor de vuelo, aviador acrobático y presidente del Club Aéreo de San Felipe, destacándose por su trayectoria y compromiso con la aviación regional. (I)