Aunque un agujero negro puede ser difícil de detectar el astrofísico Jiwon Jesse Han, del Centro de Astrofísica de Harvard y Smithsonian (CfA), ha descubierto señales de la existencia de un agujero negro dentro de la Gran Nube de Magallanes, una galaxia satélite enana de la Vía Láctea.
“Un agujero negro es una región del espacio en la que la atracción de la gravedad es tan fuerte que nada puede escapar. Es un ‘agujero’ en el sentido de que las cosas pueden caer, pero no salir de él”, explica un documento de Sociedad Astronómica del Pacífico.
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La investigación liderada por Han se refiere a este agujero negro como un “monstruo” ya que es 600 mil veces más grande que el Sol, como indica Science alert.
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Este agujero negro fue descubierto gracias a que Han centró la investigación en en el movimiento de las estrellas de hipervelocidad que se desplazaban a través del halo de la galaxia Gran Nube de Magallanes.
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En el análisis liderado por Han se rastreó el movimiento y la velocidad de las estrellas hasta su punto de origen.
En total fueron detectadas 21 estrellas de las cuales se determinó el origen de 16 de ellas. Siete de estas estrellas provienen del agujero negro Sagitario A* en el centro de la Vía Láctea y nueve parecen provenir de la Gran Nube de Magallanes.
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“Cuando las dos galaxias se fusionen en el futuro, el agujero negro en la Gran Nube de Magallanes migrará al centro galáctico, donde finalmente se fusionará con Sagitario A* para formar un poderoso monstruo”, refiere Science alert.
Aunque de momento, no hay nada de que preocuparse ya que la investigación sugiere que este evento cósmico ocurrirá en unos 2 mil millones de años, como indica el medio Vietnam.
(I)