El 11 de junio de 2025, a las 09:00, nació en Bioparque Amaru, en Cuenca, una pequeña hembra de cóndor andino (Vultur gryphus), y con ella, una nueva esperanza para la especie más emblemática de Ecuador. Hoy, 64 días después, sus alas ya llevan la promesa de un futuro más seguro.