La cartera de crédito alcanzó los 42.037 millones de dólares en enero de 2024, un incremento del 9,1 % respecto al mismo mes del 2023 o el equivalente a 3.502 millones de dólares adicionales, informa la Asociación de Bancos Privados del Ecuador (Asobanca).

Pero el acceso a crédito ya registra una desaceleración comparada con años anteriores. Por ejemplo, a enero de 2023 se había registrado un crecimiento anual de 14,2 %, es decir, existe una desaceleración anual de más de cinco puntos porcentuales.

Del monto total, la cartera del crédito comercial, destinado a pequeñas y medianas empresas (pymes) y a las más grandes, alcanzó los 18.430 millones de dólares, un crecimiento anual del 5,3 %.

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Otro segmento clave para los bancos privados es el microcrédito, el cual ascendió a 3.363 millones de dólares en enero de 2024, un 6,4 % más que el mismo mes del año pasado. Ambos créditos han registrado una desaceleración en los últimos años.

En enero de 2023, el crédito comercial registró un crecimiento anual del 11,9 %, mientras que el microcrédito creció 18,6 % a enero de 2023, ambos en comparación con el mismo mes del 2022.

El 58 % (24.397 millones de dólares) están destinados a los créditos de producción (productivo, pymes, vivienda y microcrédito) y el 42 % a los de consumo ($ 17.639 millones).

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“El crecimiento de la cartera de crédito productivo juega un papel crucial para la recuperación de la actividad económica ante shocks internos y externos, sin embargo, estos esfuerzos serán afectados por una mayor carga impositiva para los bancos ante las últimas leyes aprobadas en la Asamblea Nacional”, informó Asobanca.

¿Qué pasará con el crédito en 2024?

La entrega de financiamiento por parte de los bancos privados podría seguir desacelerándose agravado por la inseguridad, el potencial impacto del fenómeno de El Niño y por la incertidumbre política y económica, en un año electoral con muchos desafíos económicos, indica Asobanca.

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Esto se exacerba con la aprobación de las tres reformas tributarias direccionadas a los bancos:

  • En diciembre de 2023, la Asamblea incrementó la autorretención del impuesto a la renta para los grandes contribuyentes. En el caso de la banca, esta se triplicó pasando del 1,75 % en 2023 al 5 % para 2024.
  • En enero de 2024 se eliminó -por un año- la exención del impuesto a la salida de divisas (ISD) para los pagos que realizan los bancos por los créditos que obtienen en el exterior, con lo cual se aumenta el costo de traer recursos del exterior para canalizarlos a través de créditos generando un impacto de más de 60 millones de dólares este año y limitando la llegada de aproximadamente 2.000 millones de dólares al país.
  • Con la aprobación de la ley orgánica para enfrentar el conflicto armado interno, la crisis social y económica” se incorporó un impuesto único a las utilidades de los bancos.

Las dos primeras reformas tributarias implican una contribución adicional de la banca de más de 420 millones para apoyar al Estado en estos momentos, señala Asobanca.

Y, con la tercera ley, el Estado recaudaría 184 millones de dólares, haciendo que los bancos lleguen a pagar más de 600 millones de dólares en este año, adicionales a los montos que anualmente ya se vienen aportando.

“Con estos tres nuevos impuestos pierden los emprendedores, las familias y las empresas ecuatorianas, quienes se quedarán sin acceso al crédito formal por cerca de 4.000 millones (alrededor de 1.800 menos si se aprueba el impuesto a utilidades y 2.000 millones de dólares de financiamiento que no llegaría del exterior dada la eliminación de la exención del ISD)”, advierte Asobanca. (I)

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