Cuando el biólogo, físico y fotógrafo naturalista alemán Andreas Kay tomó una foto a una peculiar flor durante una expedición en 2018 a la reserva biológica El Quimi, en la provincia de Morona Santiago, no se imaginó que acababa de fotografiar a una especie desconocida para la ciencia.
Kay murió en 2019, pero la imagen de la flor, que subió a su cuenta de Flickr, despertó la curiosidad de un grupo de científicos, quienes estaban seguros de que Kay había retratado una nueva especie.
Decidieron demostrarlo. El grupo de investigadores, conformado por Jay Kuethe, Henry Garzón, Marco Jiménez, Danilo Zavatin y Dave Randall Goucher, realizó expediciones a la remota cordillera en diciembre de 2022, en abril y junio de 2023 y en mayo de 2024 para intentar encontrar la flor. Kay no había tomado muestras de la planta, así que el trabajo de campo era necesario.
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La segunda expedición fue exitosa: lograron recuperar tres plantas; y, durante la cuarta, pudieron observar los capullos de flor de la especie y sus frutos, permitiendo la descripción científica de una nueva especie endémica para Ecuador: Passiflora quimiana.
El estudio detallado de las características y hábitat de la especie fue publicado en el Nordic Journal of Botany el 4 de junio de 2025.
Se trata de una planta trepadora del género Passiflora, el mismo de la maracuyá (Passiflora edulis), con ramas de entre 2 y 4 metros de longitud con flores blancas con manchas morado-azules, según el texto de la publicación científica.
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Durante las expediciones se registró a Passiflora edulis a alturas de entre 1.850 y 2.100 metros sobre el nivel del mar. Floreció y tuvo frutas inmaduras en abril y junio, lo cual corresponde a la temporada lluviosa.
Las tres plantas que observaron durante la segunda expedición son las únicas registradas, por lo que los investigadores consideran que Passiflora quimiana está en peligro crítico de extinción según la escala de conservación de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.
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A pesar de que la especie fue encontrada dentro de una reserva protegida que es parte del Sistema Nacional de Áreas Protegidas, la cordillera del Cóndor enfrenta graves amenazas.
“Durante el corto periodo entre nuestra visita inicial a la cordillera en diciembre de 2022 y la escritura de este manuscrito en julio de 2024, la ubicación del primer avistamiento de Passiflora tessmanni en Ecuador, cerca de San Juan Bosco, fue destruida por la expansión de una mina de oro (...). Esto amplifica la importancia de nuestro trabajo y de investigadores similares de documentar, preservar y publicar sobre la biodiversidad de estas remotas pero tan ecológicamente importantes regiones", concluye el estudio. (I)
