Cuenca
Debido a filtraciones internas de agua, una vivienda ubicada en el barrio Lazareto se desplomó la madrugada de este lunes.
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La casa ya presentaba problemas de humedad y, por eso, sus propietarios se vieron obligados a salir para arrendar en otro lugar, porque el peligro era inminente.
Los vecinos hablan de que esta siempre fue una zona de riesgo, por lo que piden una intervención inmediata de las autoridades.
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Era la 01:00 cuando Rosa Zúñiga, una religiosa que vive por el lugar, escuchó un fuerte estruendo que alteró su sueño.
En un inicio pensó que se trataba de un accidente de tránsito, pero ya cuando el sol salió vio que la casa de enfrente se vino abajo.
Esta tragedia no la tomó por sorpresa, porque en su caminar diario ya notaba que el pavimento se iba abriendo y, en medio de eso, una gran cantidad de agua circulaba.
Su preocupación empezó desde mediados del año pasado, pero nadie vino a ayudarlos.
Los cimientos de la casa cayeron cerca de unos tres metros desde el nivel de la vía principal. A primera vista, parecía que ahí ocurrió un terremoto o cayó una bomba: todo estaba destruido, situación que, como era de esperarse, afligió a su propietaria, Sonia Criollo.
Ella explicó que hace aproximadamente seis meses su tranquilidad se alteró, porque las grietas internas eran más grandes, la humedad en las paredes era más evidente y, a consecuencia de esto, se empezaron a generar malos olores y las ratas comenzaron a aparecer.
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Situación con la que no podían vivir ella y sus cuatro hijos, tres de ellos menores de edad.
Durante este tiempo, invirtió en algunos arreglos internos, pero nada fue suficiente. Por eso, fue a arrendar otra casa lejos del barrio en donde también habitan sus abuelos, tíos y demás allegados.
Dijo que en alguna ocasión acudió a la Defensoría del Pueblo para pedir asesoría, pero la respuesta que le dieron fue que eso era un trámite largo y que pedir una intervención de la Empresa Municipal de Agua Potable era un tema largo y complejo.
Por su parte, Susana Sáenz, familiar de la afectada, contó que el problema de la filtración de agua ha sido “de toda la vida”. Cuando la vía era de tierra, desde la parte alta el líquido les caía directamente; y, cuando la pavimentaron, pensaban que todo se iba a solucionar.
Justo debajo de la loma de donde cae el agua está la casa del suegro de Édison Miguitama, quien se defendió al decir que no es por culpa de su muro de contención o de los tubos que colocó sobre la peña, puesto que todo esto fue instalado por técnicos de la empresa de agua potable.
Sobre los tubos que salen de debajo de su otra casa, ubicada en la parte alta, aseguró que eso más bien lo que hace es evitar la acumulación. También reconoció que esta es una zona de riesgo; a su criterio, esto fue causado por la naturaleza, porque el agua buscó su salida natural.
Otro detalle que notó Rosa Zúñiga es que varias construcciones del lugar no respetan los márgenes de retiro entre la quebrada y la construcción, lo que le hizo preguntarse si tienen o no permiso municipal, esto porque hay el miedo de que esto se vuelva a repetir en cualquier momento.
Al sitio llegaron técnicos de la Empresa Eléctrica a retirar un poste de alumbrado público, porque la base quedó en riesgo y estaba a punto de caerse, con el riesgo de que el drama sea mayor.
También estaban presentes funcionarios de la Secretaría Municipal de Gestión de Riesgos para verificar el cauce del agua y conocer si en realidad esa fue la razón del desplome, pero hasta el mediodía no daba un informe oficial al respecto. Lo único que supieron manifestar es que las casas contiguas no están en problemas. (I)