En primer debate, en la sesión del Concejo Metropolitano de Quito, la mayoría de los concejales apoyó la iniciativa propuesta por el alcalde Pabel Muñoz, pero determinado sector de la industria se mostró preocupado por el impacto económico que este proyecto causaría en sus familias.
Pablo Jiménez, vicepresidente de la Cámara de la Industria de Pichincha, tomó posición en la reunión y exhortó a las diferentes comitivas a que se realicen mesas de diálogo antes de aprobar la ordenanza, debido a que este nuevo modelo afectaría con un incremento de hasta un 600 % en sus planillas de consumo de agua.
Ante esto, Juan Pablo Pozo, gerente de la Empresa Pública Metropolitana de Aseo de Quito (Emaseo), explicó que, para una industria promedio que utiliza 60 m³ de agua potable mediante cuatro tanqueros medianos, la nueva fórmula arroja una tasa de $ 34,20, frente a los $ 4,41 en la planilla eléctrica, con una diferencia de $ 29,79.
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Impacto residencial y diferencias de consumo
Por su parte, el mismo impacto no se generaría en el sector residencial. Comparándolo con una familia de cuatro personas, con un consumo de 16 m³ de agua mensuales, la tasa calculada es de $ 4,35, es decir, genera un ahorro de $ 1,94 en relación con el cobro en la planilla del servicio eléctrico.
El sector industrial añadió que, en muchas ocasiones, los medidores son individualizados para el sector industrial; por ende, el consumo es amplio y el pago será mayor. Mientras tanto, en el área comercial y residencial, los medidores son compartidos.
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La resolución del proyecto de ordenanza se tomará una vez que se hayan instalado las mesas de trabajo para analizar el ahorro que tendrá el 59 % de las personas en el área residencial, el 29 % del área comercial y el 53 % del sector industrial.
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En el primer debate, Pabel Muñoz, alcalde del cantón, indicó que un 59 % de un total de 715.000 abonados no tendrá impacto con el nuevo modelo.
Andrés Campaña, edil, presentó algunas observaciones. Afirmó que el proyecto de ordenanza está bastante bien y ha ido mejorando con el análisis del pleno.
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El presidente de la Comisión de Presupuesto, Fidel Chamba, explicó que existe una relación del 92 % entre consumo de agua y generación de basura.
Se establecerán 16 niveles, divididos en tres sectores: residencial 89 %, comercial 10 % e industrial 1 %, y se aplicarán rangos progresivos: en escala por la cantidad de agua que se consuma.
El cabildo explicó que quienes consumen menos agua pagarán menos, y quienes consumen más y en consecuencia generan más residuos aportarán una mayor tarifa.
Santiago Sandoval, secretario de Ambiente, expuso que la gestión de residuos implica 18 procesos entre Emaseo y Emgris con un costo anual de $ 97 millones.
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Por ahora se espera un segundo debate para la aprobación de la modalidad de cobro. (I)
