Con 138 años de trayectoria, Cervecería Nacional destaca no solo por su solidez operativa, sino por la coherencia entre su propósito, sus decisiones y el impacto que genera a lo largo de toda su cadena de valor. Sandra Cañizares, gerenta de Marca Corporativa, Comunicación y Sostenibilidad, explica que la organización ha consolidado un modelo de trabajo enfocado en la innovación, la priorización estratégica y la responsabilidad como líder del sector. Este enfoque se complementa con una fuerte apuesta por el desarrollo del talento, el liderazgo interno y la formación continua, entendiendo que la reputación se construye desde cada punto del negocio y con equipos altamente comprometidos.
La reputación corporativa es asumida como el activo intangible más importante de la compañía y un eje permanente en la toma de decisiones. El legado de más de un siglo ha permitido forjar relaciones genuinas con agricultores, tenderos, aliados estratégicos y consumidores. Su modelo productivo prioriza lo local y lo inclusivo, con marcas elaboradas en el país, utilizando ingredientes 100 % naturales y promoviendo una oferta diversa que responda a distintos gustos y realidades.
Este compromiso se traduce en cifras concretas. La empresa atiende de manera directa a más de 150.000 clientes y consumidores a través de plataformas propias y mantiene una cadena de valor que impacta en más de 180.000 familias en todo el territorio nacional. Programas emblemáticos como Siembra por Contrato han beneficiado a más de 2.500 agricultores, mientras que Emprendedores CN ha acompañado el crecimiento de más de 5.000 tenderos y microempresarios mediante la capacitación y las herramientas de gestión.
Para Cañizares, la evaluación de Merco es una guía objetiva que permite identificar fortalezas y oportunidades de mejora, al tiempo que fomenta una competencia sana entre empresas. Con el propósito “Nuestro futuro nacional lo hacemos hoy”, la compañía proyecta seguir fortaleciendo su impacto social, ambiental y económico. (I)



















