IPIALES
Si piensa viajar a la ciudad fronteriza de Pasto o hacia el interior de Colombia por carretera, no lo haga por ahora, la vía está bloqueada por representantes e integrantes de comunidades indígenas y campesinos, que demandan el cumplimiento de varios ofrecimientos hechos en el 2024 por el gobierno del presidente colombiano Gustavo Petro.
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El bloqueo mantiene incomunicada a la ciudad de Ipiales, frente a Tulcán, con Pasto. La vía Panamericana, a la altura de Tangua, a 62 kilómetros del puente internacional de Rumichaca, está totalmente cerrada desde hace más de 24 horas.
La noche del jueves 13 y parte de la mañana de este 14 de febrero, las constantes lluvias posibilitaron un paso intermitente de personas y vehículos, sin embargo, en las últimas horas volvió a cerrarse la calzada con varios obstáculos, neumáticos encendidos y camiones cruzados.
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Más de un centenar de manifestantes se ubican en la calzada de esta moderna vía que comunica a Colombia con el Ecuador. Los ciudadanos piden la presencia en el sitio del ministro del Interior de Colombia para iniciar nuevas negociaciones.
Mientras que, a 252 kilómetros de la línea de frontera, en el sector El Bordo, provincia del Cauca, antes de Cali, grupos de indígenas y campesinos que mantenían tomada la misma carretera llegaron a un acuerdo con el Gobierno de Colombia, y abrieron el paso este viernes.
Benildo Estupiñán, secretario de Gobierno de Tangua, hizo un llamado urgente al Ministerio de Gobierno para que atienda directamente a las comunidades y cabildos indígenas. Exigen un trato similar al que reciben las comunidades Pastos y Quillasingas, que predominan en la frontera colombo-ecuatoriana.
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Silvio Naspiran, gobernador del Resguardo de Mocondino, hizo un llamado a la población ecuatoriana para que evite viajar al interior de Colombia hasta que la paralización termine.
“Estamos exigiendo la atención a nuestras comunidades, en igualdad de condiciones a las que reciben actualmente el sector indígena del sur de Nariño (provincia fronteriza colombiana, junto a Ecuador)”, detalló.
Existe preocupación en el sector del comercio exterior de Colombia y Ecuador, especialmente en los agentes de aduanas que movilizan las exportaciones e importaciones, porque los productos perecederos corren el riesgo de dañarse.
Asimismo, el transporte internacional de carga que mueve las mercaderías entre ambos países está represado en carretera.
Jaime Rosero, conductor ecuatoriano varado en Pasto, explica que deberán pagar estadía de tripulantes, alimentación y garaje adicional hasta cuando dure la medida. (I)