La producción de calzado en el país es de 32 millones de pares aproximadamente en el año, de los cuales el 75 % es confeccionado en la provincia de Tungurahua, ya sea en grandes fábricas o en talleres artesanales, según productores.
No obstante, el sector calzadista de manera permanente reclama por la afectación al sector por distintas acciones, como el contrabando.
Dirigentes de la Cámara de Calzado del Ecuador (Caltu) en varias ocasiones han pedido a las autoridades la ejecución de más acciones de control.
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En medio de este panorama, hay artesanos zapateros que no desmayan en su afán de ofrecer alternativas a los clientes con un producto diferente con el fin de captar las ventas.
Entre ellos, Milton Cobo y Héctor Supe comparten los diseños y modelos innovadores desde sus centros de elaboración en la urbe ambateña.
Cobo es estilista profesional, tiene su peluquería como actividad principal a la que se dedica, pero hace más de veinte años se tituló de artesano zapatero en la Asociación de Calzado y Afines Luz del Obrero.
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En un rincón de su peluquería, en el centro de Ambato, tiene el espacio para las herramientas donde confecciona los zapatos de fantasía, como él los llama. “Siempre he tratado de hacer un calzado diferente, no normal”, destacó.
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Se imagina si en la parte delantera de su calzado tiene la cabeza de un dragón o de un rinoceronte, como salidos de una película de ficción. Cobo aprovechó su afición por el dibujo y la pintura para incorporar estos diseños diferentes a los zapatos.
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El calzado con diseños de fantasía comenzó a hacerlo hace aproximadamente seis años, pero fue durante la pandemia del COVID-19, en 2020, cuando sus ideas se multiplicaron. Así aprovechó el encierro de la población para perfeccionar la técnica.
La confección es con el mismo material utilizado para elaborar los zapatos, la EVA, un polímero plástico espumado cuyas características son ligereza, flexibilidad y capacidad de amortiguación.
Una vez que tiene el diseño, Cobo se encarga de recortar el modelo y con calor le va dando forma. Todo el proceso se realiza netamente a mano, de manera artesanal.
En cada par se demora aproximadamente un mes, porque se dedica a ese oficio cuando en la peluquería no hay clientes.
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Dependiendo del diseño, cada par puede ofrecerse por entre $ 100 y $ 150.
Confección personalizada
A su vez, Héctor Supe es asesor técnico, coordinador-capacitador de la asociación Luz del Obrero, organización que tiene casi setenta años trabajando junto con los artesanos zapateros.
Explicó que, para personalizar un calzado, lo primero es innovar y darle exclusividad, porque el mercado nacional está saturado de mucho producto sin novedad alguna. Así surgió su idea de elaborar zapatos sin unión o costura. Él hace calzado de una sola pieza.
La confección del zapato la hace a través de un trabajo muy minucioso y detallado, dándole al cuero la forma cuando está en la horma. Luego dibuja el diseño, lo pasa al aparador, quien es el encargado de realizar el corte, y la pieza regresa a él nuevamente para trabajar en la elaboración del calzado.
“Un zapato con costuras en el talón y los costados se puede entregar en tres días; pero los modelos innovadores, sin costura, requieren entre diez y doce días para su confección. Porque incluso se debe utilizar una buena piel natural, flexible, para que tome la forma”, aseveró Supe.
Por el tiempo invertido en el trabajo, por lo innovador y por ser confeccionado de manera artesanal, su precio aumenta: cada par puede llegar a costar $ 120.
Él consideró este valor conveniente ya que en grandes cadenas un par de zapatos puede llegar a costar mucho más.
La idea del calzado personalizado, innovador, nació hace aproximadamente ocho meses.
La última semana de noviembre, apoyados por el Gobierno Provincial de Tungurahua, los diseños de Cobo y Supe se exhibieron en la feria multisectorial en el Centro de Exposiciones de Quito, donde tuvieron buena acogida, recibieron pedidos e hicieron contactos para la comercialización del calzado.
Parte del trabajo es apoyar al sector productivo de Tungurahua, más si se trata de productos innovadores y no de los mismos con los cuales el mercado está saturado, manifestó Lilia Villavicencio, directora de Producción del Gobierno provincial. (I)
