La Secretaría de Reconstrucción dio el visto bueno a la construcción de una nueva planta de agua potable, una obra valorada en $ 14,4 millones. Este proyecto beneficiará a los cantones de Sucre y San Vicente, que han sufrido escasez de agua potable por décadas. Además, se anunció la construcción de un mercado para Jipijapa.
La inversión, financiada con fondos no reembolsables de la reconstrucción, busca garantizar el acceso permanente al líquido vital para más de 100.000 habitantes, abarcando también la zona rural alta de Tosagua.
Publicidad
El anuncio se produce tras años de gestiones y en respuesta a la crisis hídrica recurrente, que obliga a los habitantes de estos cantones turísticos de Manabí a recibir el servicio por tubería cada veinte días o, en el peor de los casos, a sufrir cortes de hasta cinco meses.
La decisión fue tomada el pasado 24 de noviembre por el Comité de la Reconstrucción. La nueva infraestructura no solo dotará de líquido, sino que también aprovechará y modernizará la red de distribución existente para maximizar la cobertura en las zonas urbanas y expandirse a nuevos sectores.
Publicidad
Alcaldes celebran una obra vital
La aprobación de esta inversión ha sido bien recibida por las autoridades locales, quienes consideran el acceso al agua como el pilar fundamental para la salud, el turismo y la productividad.
Fabricio Lara, alcalde de San Vicente, expresó su optimismo ante el fin de una problemática histórica que incluso ha forzado a su cantón a declararse en emergencia en varias temporadas invernales.
“Como ciudadano de San Vicente, recibo esto con orgullo, alegría y emoción al saber que uno de los mayores problemas que tenemos desde el cantón, vamos a tener la solución inmediata con esta inversión. Hemos pasado momentos muy complejos y difíciles”.
Fabricio Lara, alcalde de san Vicente
El alcalde Lara detalló que la obra garantizará que la cobertura de redes intradomiciliarias, que actualmente alcanza cerca del 80 % en el área urbana, pueda ser ampliada hasta el 100 % de la población.
Adicionalmente, se aprovechará la infraestructura preexistente, como dos tanques elevados de 4.000 metros cúbicos de almacenamiento, para optimizar el sistema de distribución.
Según Lara, la población permanente de San Vicente es de 25.000 habitantes, pero la turística duplica esa cifra en temporada alta, lo que subraya la urgencia de contar con un suministro constante.
Por su parte, Carlos Mendoza, alcalde de Sucre, resaltó la importancia del financiamiento total con fondos no reembolsables: “El monto total de $ 14,4 millones está financiado con dinero de la reconstrucción. Los municipios no tienen que poner nada".
“Eso es una gran ventaja porque los municipios siempre estamos restringidos en nuestras finanzas; por lo tanto, es un gran paso conseguir que sean fondos no reembolsables”, afirmó Mendoza.
Mendoza también explicó que, en el cantón Sucre, la planta abastecerá totalmente la zona urbana de Bahía de Caráquez y la parroquia Leónidas Plaza, incluyendo sectores urbano-marginales que se encuentran en la ruta de conducción.
“Esta es una de las obras más importantes que vamos a lograr. El agua tiene componentes, primero de salud, productividad, turismo, en tantas cosas que benefician el servicio. Sin agua no hay cómo hacer ninguna agenda de progreso y de reivindicaciones”, concluyó el alcalde de Sucre.
Cronograma y plazos para construcción
Sobre los plazos de ejecución, José Ángel Dueñas, gerente de la Secretaría de Reconstrucción, reveló la hoja de ruta que sigue a la aprobación del Comité.
El proceso, que implica varias etapas técnicas y legales, se extenderá por varios meses antes de que se inicie la construcción. “El comité ya aprobó los recursos. Ahora estamos formulando el proyecto para enviarlo a la Secretaría de la Administración Pública, que nos dará un dictamen de prioridad. Luego gestionamos los recursos para que sean asignados al presupuesto del Ministerio de Infraestructura”, explicó Dueñas.
Rotura de dos acueductos deja sin agua a varios cantones manabitas
El funcionario estimó que esta fase inicial de formulación y dictamen tomará alrededor de dos meses. Posteriormente, se sumarán entre 45 y 60 días para el proceso de contratación pública, dado que el monto de la obra es considerable y requiere procedimientos transparentes y complejos.
“Yo creo que nos tomará alrededor de unos cuatro meses poder tener listo todo para la contratación”, señaló el gerente.
Dueñas también detalló que la inversión no solo abarca la nueva planta de agua. El proyecto contempla otros componentes críticos, como la estabilización del reservorio de captación con muros de tierra armada para prevenir deslizamientos. Además, se repotenciarán las líneas de conducción principales hacia los cantones beneficiados, asegurando la eficiencia de la distribución. La nueva planta de agua tendrá una capacidad superior a la existente y utilizará tecnología moderna para evitar interrupciones durante la temporada invernal.
La necesidad de la nueva planta de agua
La necesidad de esta nueva planta se arraiga en la deficiencia operativa de la actual infraestructura de la mancomunidad de Agua Potable, conocida como la planta La Estancilla. Esta planta, ubicada en la vía Tosagua-Calceta, fue construida hace aproximadamente 60 años y, según las autoridades locales, ha superado con creces su vida útil.
Actualmente, La Estancilla abastece a cinco cantones manabitas: Sucre, San Vicente, Junín, Bolívar y la zona urbana de Tosagua. Sin embargo, su capacidad productiva es insuficiente para satisfacer la demanda creciente, especialmente la de Sucre y San Vicente.
Las autoridades han reportado que la planta sufre frecuentes fallas técnicas y eléctricas, además de problemas en el transporte del agua, lo que provoca su colapso frecuente. Esta situación se agrava durante la temporada de lluvias, cuando los altos niveles de turbiedad en la zona de captación, provenientes del río Carrizal (alimentado por la represa La Esperanza), complican el tratamiento del líquido por la gran presencia de sedimentos.
Parte de Manabí está en crisis vial y de agua potable
Como resultado directo de esta inestabilidad, los cantones de Sucre y San Vicente han experimentado periodos de desabastecimiento severos. Los cortes de servicio cada 10 días se han convertido en frecuentes, y en momentos de crisis, como el ocurrido en mayo, San Vicente se ha visto obligado a declarar la emergencia ante una falta de agua que ha llegado a extenderse por cinco meses.
Un plan estratégico para cinco cantones
El proyecto de la nueva planta no significa el fin de la planta La Estancilla, sino una redistribución estratégica de la carga de abastecimiento. El gerente de la Secretaría de Reconstrucción, José Ángel Dueñas, detalló que la nueva planta se enfocará en el sector occidental de la mancomunidad.
“Se va a construir una nueva planta, la cual va a beneficiar directamente a Sucre, San Vicente y la zona rural de Tosagua. Esta nueva planta atacará la necesidad de estos tres cantones", afirmó Dueñas.
La planta existente, La Estancilla, continuará operando para satisfacer la demanda de Junín, la zona urbana de Tosagua y el cantón Bolívar. Sin embargo, Dueñas mencionó que Bolívar tiene un proyecto en marcha para una planta propia, lo que eventualmente dejaría la planta de La Estancilla dedicada únicamente a Junín y la zona urbana de Tosagua. (I)