Dos nuevos puntos de vacunación contra el coronavirus se abrirán este fin de semana en el sur de Quito.

Uno de ellos será destinado al personal sanitario y el otro será un punto masivo donde podrá acercarse la población en general.

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A la unidad educativa Paulo VI, ubicada en la avenida Mariscal Sucre S9-199 y Los Libertadores, podrán ir los profesionales de la salud que ejercen su labor de manera particular. Atenderá sábado y domingo. Se espera que lleguen unas 3.000 personas.

En tanto que desde el próximo lunes 15 de noviembre y hasta el 30 de noviembre, se abrirá el punto de vacunación masivo en el centro comercial Quicentro Sur, que se ubica en la avenida Morán Valverde.

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El fin de semana también se atenderá en los centros de salud de Chimbacalle, Guamaní, al sur de la urbe; Conocoto y Tumbaco, en las afueras de Quito.

Este jueves se cerrará el vacunatorio instalado en el centro comercial Paseo San Francisco, en Cumbayá. De 800 a 1.000 personas se han vacunado diariamente de acuerdo con el Ministerio de Salud Pública (MSP).

Rocío Morales, responsable de inmunizaciones de 65 establecimientos de salud, desde Luluncoto hasta El Quinche del Ministerio de Salud Pública (MSP) de la Zona 9 que corresponde al Distrito Metropolitano de Quito, indicó que instalar vacunatorios en los centros comerciales les está dando buenos resultados. Sostuvo que la gente visita esos lugares y de paso, con la promoción que realizan, se inoculan.

Además que es una oportunidad para llegar al mayor número de la población posible y no solamente al 85 % de la población sino al 95 % que permitiría llegar a la inmunidad de rebaño.

En Quito no hay repunte de casos de coronavirus según autoridades

Mientras la jornada de vacunación anticoronavirus continuó este miércoles en distintos sitios de la capital de la República. Al sur de la ciudad, en el sector de Chimbacalle, por ejemplo, hubo masiva presencia de niños, de entre 5 a 11 años, para recibir la primera dosis, quienes estuvieron acompañados de sus padres de familia o familiares. También personal sanitario así como personas de la tercera edad.

En el auditorio del lugar, en el segundo piso, se colocaron dos brigadas de vacunación compuestas por vacunadores y digitadores. Las personas se ubicaron en sillas separadas entre sí. Luego de esperar su turno pasaban a ser inmunizados.

Verónica Flores llevó a sus hijas de 10 y 11 años. Ella mencionó que se necesita que estén vacunadas porque ya van a entrar a clases presenciales, no estén solamente en los domicilios y el aprendizaje es mejor de manera física. Indicó que ya están adecuando el establecimiento educativo para el regreso presencial.

Para ella, el proceso fue rápido mientras que para Jorge Ribadeneira, de 85 años, fue demorado. Contó que se esperó más de una hora para recibir la tercera dosis y no sintió ningún dolor.