IBARRA

Con una ceremonia especial con la presencia de los altos mandos policiales de la Zona 1 y la Subzona de Policía de Imbabura se despidió a la yegua Juliana, que pertenecía a la Jefatura Operativa de Policía Montada de la Zona 1 de la Unidad de Equitación y de Remonta (UER).

La yegua falleció después de 16 años de vida, luego de padecer una enfermedad que la hacía rechazar la insulina. Juliana sufrió un paro cardíaco.

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Recibió, como todo servidor policial, el respectivo reconocimiento mediante una ceremonia institucional. El acto se realizó este miércoles, 17 de abril del 2024, en la Unidad de Equitación y de Remonta, ubicada en la laguna de Yahuarcocha.

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Juliana fue enterrada en ese mismo lugar la semana anterior tras su deceso.

Una carpa instalada en un lugar estratégico frente a los presentes fue el escenario perfecto para rendir este tributo. En dicho espacio se colocaron varias fotografías, los estandartes del Ecuador y de la UER, una ofrenda floral y a pocos metros su montura, dándole un ambiente de solemnidad al evento.

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Varios niños y adolescentes que han recibido las sesiones asistieron a este homenaje.

Muchas historias se comentaron en voz baja por las personas que conocieron las acciones y hazañas del animal, que apoyó en el trabajo humanitario a favor de personas con discapacidad.

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El noble animal fue parte de las vidas de estos chicos, a quienes les enseñó que todo es posible.

Luis, un niño beneficiario, manifestó: “Gracias por todo amiga, gracias por cuanto vivimos juntos, siempre conté contigo hasta en los momentos más difíciles. Contigo cambio mi vida, por eso y por tanto, gracias eternas Juliana, hasta siempre”.

“Para la institución representa una pérdida muy profunda por el servicio que prestaba a la ciudadanía, en este caso a las personas que sufren alguna discapacidad”, sostuvo César Zapata, titular de la Jefatura Operativa de Policía Montada de la Zona 1.

Juliana permaneció en la Jefatura Operativa de Policía Montada de la Zona 1 desde el 2021. Estuvo al servicio de fundaciones, albergues y demás. Recibió el alta como miembro de la institución cuando tenía cinco años de vida. Su labor fundamental fue la equinoterapia, resaltaron las autoridades.

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La acción social que cumplió Juliana permitió a un gran grupo de la sociedad imbabureña y del norte del país acudir a las terapias de forma gratuita, recalcó Zapata.

El oficial destacó que la equinoterapia nació en Imbabura como un servicio más de la Policía Nacional, iniciando esta atención con la presencia de esta yegua, que se volvió familiar para quienes solicitaban este servicio dirigido a la comunidad.

“El trabajo fue muy noble y eficiente, por ello es la gratitud demostrada hoy por la ciudadanía”, dijo el mayor Zapata durante el acto. (I)