Los vecinos de la parroquia de Pifo, en el nororiente de Quito, se alarmaron al encontrar un vehículo con todas las puertas abiertas, abandonado en el barrio de Olalla. Al acercarse, se percataron de la presencia de un hombre en el asiento del chofer, de inmediato llamaron a la Policía para notificar el hallazgo.