Tulcán

La interrupción de la conectividad por el deslave registrado en Rosas provoca desabastecimiento de gasolina, diésel y gas de uso doméstico en Pasto, Ipiales y más de 50 municipios del suroccidente colombiano.

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La situación dispara el contrabando de combustibles ecuatorianos hacia esos poblados, un problema que obligó a las autoridades carchenses a militarizar los tres surtidores de Tulcán. En esos sitios se han registrado largas filas de autos, cuyos conductores buscan abastecerse de combustible.

La cadena Caracol Noticias informó que un litro de gasolina tiene un costo de entre $ 4 y $ 5; mientras que una bombona de gas licuado de petróleo (GLP) subsidiada alcanza un precio de $ 9 y $10.

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En Ipiales y Tulcán, en las últimas horas, reaparecieron puntos informales de distribución artesanal de gasolina y diésel de contrabando, en las vías que unen a las dos ciudades fronterizas.

La Gobernación del Carchi y Petroecuador habilitaron una estación de servicio, ubicada en la E35, a dos kilómetros del puente internacional de Rumichaca, para la comercialización de gasolina súper a carros con placas colombianas. En este punto de venta los combustibles estarán a un valor de $ 3,98 el galón de gasolina y diésel a $ 3,59.

Yaco Martínez, gobernador de Carchi, aclaró que el precio de venta es liberado; es decir, tiene un valor internacional. “Se trata de una medida para atender la emergencia que vive el sur de Colombia”, agregó.

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Las autoridades explicaron que no brindarán suministro de gasolina extra a los extranjeros. Luis Jurado, intendente de Policía de Carchi, indicó que se ejecutan operativos de control con el acompañamiento de varias instituciones, el Ejército y la Policía.

“Los operativos buscan frenar que vehículos que se dedican al contrabando logren abastecerse dos y hasta tres veces para transportar el carburante a Ipiales, donde se duplica su valor. La venta a automotores de placas de Colombia se realizará hasta cuando termine la emergencia en Colombia”, puntualizó Jurado. (I)