El Gobierno intenta responder a los cambios en las estructuras del narcotráfico implementando una nueva fase de la guerra.

Para delinear las directrices que marcarán esta etapa, el Alto Mando Militar se reunió en Quito por disposición del ministro Gian Carlo Loffredo.

En la cita participaron el general de Ejército Henry Delgado Salvador (jefe del Comando Conjunto), el general de Ejército Iván Vásconez Hurtado (Fuerza Terrestre), el almirante Ricardo Unda Serrano (Fuerza Naval) y el general del Aire Mauricio Salazar Machuca (Fuerza Aérea).

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El Gobierno indicó que, así como el enemigo cambia de rostro y busca adaptarse, se responderá con decisión mediante una nueva fase en esta guerra.

Los militares buscan resultados más efectivos contra los narcos. Foto: API

Tras el reciente cambio de cúpula, el Ministerio de Defensa señaló que se abre un ciclo de conducción que va más allá de la operatividad, con una transformación en la planificación y focalización de las acciones militares, articuladas en tres ejes: control territorial y ofensiva directa; fortalecimiento de la inteligencia y operaciones especiales; y neutralización y eliminación de objetivos.

Los esfuerzos de esta nueva fase se concentrarán en nueve provincias críticas: Guayas, Los Ríos, Manabí, El Oro, Carchi, Sucumbíos, Orellana, Zamora y Morona Santiago.

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El Ministerio de Defensa precisó que en esos territorios se multiplicará el número de operaciones para neutralizar y destruir objetivos de alto valor, atacar blancos determinados y reforzar los controles de armas y explosivos en puntos críticos del país.

“Esta nueva fase exige medidas de cumplimiento inmediato y resultados efectivos, porque la meta es una sola: devolver bienestar, seguridad y paz al pueblo ecuatoriano. La consigna frente a las amenazas es clara: ‘la cárcel o el infierno’”, indicó el jefe del Comando Conjunto de las Fuerzas Armadas, general de Ejército Henry Delgado Salvador.

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El jefe del Comando señaló que se busca más efectividad en las operaciones militares en esta nueva fase de la guerra.

Delgado dijo que la misión transmitida desde el Comando está orientada a neutralizar o eliminar las amenazas actuales para un Ecuador más seguro.

La disposición es que la ofensiva incluya la eliminación de cabecillas, la destrucción de maquinaria, combustibles e infraestructura usada en la minería ilegal, así como la neutralización de vehículos, bodegas y material vinculados al robo y contrabando de combustibles.

“Cada acción se apoyará en un mapeo constante de patrullajes y en el incremento de la inteligencia militar, como punto clave en esta nueva fase de la guerra”, indicó el Ministerio de Defensa.

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El control de los centros penitenciarios bajo responsabilidad de las Fuerzas Armadas también estará contemplado dentro de esta etapa. Según el Gobierno, se aplicará cero tolerancia a la corrupción, con depuración institucional y mano dura interna.

Todo el plan estará sujeto a un seguimiento permanente con indicadores claros desde el Comando Conjunto, donde se evaluará cada acción, operación y estrategia para ajustar en tiempo real las tácticas según evolucione el escenario. (I)