Cuando la Policía entró a la cisterna en la que se halló a cuatro comerciantes muertos detectó que había un cable que proveía electricidad a un ventilador.
El cable estaba enterrado y llevaba luz a la cisterna desde una casa que estaba a 10 metros.
En la improsivada cisterna se halló a cuatro comerciantes que habían sido secuestrados en Urdenor, Urbanor y Martha de Roldós, sectores ubicados en la zona norte de Guayaquil, cercanos entre sí. Un cuarto había sido secuestrado en Daule.
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Tras hallar el cable, la Policía llegó hasta la casa donde se proveía de luz. Allí estaba María José M. S., quien había cortado con un cuchillo el cable, según el parte policial.
Cuando los agentes la abordaron dijo que conocía que dicha cisterna era usada por presuntos delincuentes, que le habían pedido luz a ella y su esposo.
Al momento de la incursión en esa casa, la pareja de María José no se encontraba. Jefferson Javier V. M. fue capturado después.
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Esta pareja forma parte de los cinco detenidos por la Policía tras hallar los cuatro cuerpos en las cisterna en una zona recondita de Nueva Prosperina, un distrito enorme del noroeste de Guayaquil.
Se los procesa por secuestro extorsivo con resultado de muerte. El último inciso del artículo 162 del Código Orgánico Integral Penal (COIP) establece que, si como consecuencia del secuestro extorsivo la víctima muere, la pena será de veintiséis a treinta años de prisión.
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Los otros implicados
En este caso también ha sido mencionados otros tres sospechosos: alias Pinky, Cocacho y Labio Sexy.
Carlos Arturo O. E., uno de los cinco sospechosos detenidos, declaró conocer el secuestro de uno de los comerciantes que fueron hallados en la cisterna.
A la Policía dijo que las personas que se habrían encargado de organizar y ejecutar el secuestro serían alias Pinky, alias Cocacho y alias Labio Sexy.
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Este hombre fue atrapado cuando la policía seguía la pista por el secuestro de un comerciante de Urdenor.
La Policía llegó a localizar a alias Labio Sexy. Él junto con Carlos Arturo O. E. dijeron que conocían el lugar llamado la ‘chanchera’, donde estaban cuatro personas secuestradas.
Alias Cocacho había sido atrapado como sospechoso, pero fue liberado con medidas sustitutivas en la audiencias.
La Policía cuestionó que se lo haya dejado fuera de la prisión preventiva. No obstante, en otro operativo por secuestro, alias Cocacho fue detenido este fin de semana.
Pedido de justicia
El fin de semana, los familiares de Antonio José L., de 41 años, uno de los comerciantes hallados muertos en una cisterna el pasado viernes 6 de junio, realizó un plantón en los exteriores del Cuartel Modelo.
Con el féretro en hombros y acompañados por decenas de vehículos, ciudadanos en su mayoría indígenas, se movilizaron desde el norte de la ciudad hasta los exteriores del Cuartel donde funciona la Fiscalía de Flagrancia.
Allí realizaron un plantón para expresar su indignación por lo ocurrido.
“Para mi hermano no hubo derechos humanos”, expresó un pariente de José. En su intervención, cuestionó la actuación de jueces y fiscales.
“No sean corruptos, señores fiscales, ustedes son cómplices de los ladrones”, manifestó el ciudadano. (I)