Loja

El parque central de Loja fue el escenario donde se reunieron cientos de devotos de la Churonita para escuchar la última eucaristía con la presencia de la imagen de la Virgen de El Cisne en la iglesia catedral de esta ciudad, este lunes 1.

Hubo dos misas: a las 05:00 y a las 06:00. Luego, la imagen, que llevaba un atuendo de campesina, fue colocada en su urna y en un vehículo apropiado, y adecuado para la ocasión, que lleva en su plataforma a los denominados gancheros (quienes llevan la vestimenta), custodios y miembros de la Policía Nacional.

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Ya en el exterior de la iglesia y antes de emprender el viaje de retorno, la Churonita recibió los honores y parte de lo que recibe formalmente la superioridad de la Policía Nacional o Fuerzas Armadas.

En un acto muy emotivo, los policías delegados para su traslado se arrodillaron al pie de la imagen y prometieron protegerla.

LOJA. La imagen a su salida de la capital lojana. Foto: Erdwin Cueva

El traslado se inició enseguida. La imagen recibió el aplauso de los presentes que se dieron cita en el parque central y de quienes se volcaron a las veredas y balcones en el trayecto de salida de la ciudad.

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La imagen arribó a Catamayo después de las 10:00 y fue recibida también con fuertes aplausos de sus habitantes, que emocionados lanzaban también vivas en su honor. Llegó hasta las instalaciones del distrito policial y luego fue llevada a la iglesia María Auxiliadora de este cantón.

Imagen de la Virgen de El Cisne retornará a su santuario este lunes 1 de noviembre

Hubo también una eucaristía en la iglesia catedral a manera de despedida y agradecimiento, la tarde del 31 de octubre.

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La imagen coronada fue llevada en hombros posteriormente por personal de la Policía Nacional hasta un vehículo donde se instaló su urna de cristal, en un recorrido por algunas calles del norte, centro y sur de la urbe lojana.

Decenas de balcones fueron adornados ante el anuncio de la Diócesis que convocó también a gran número de personas que acompañaron en el recorrido.

LOJA. Hubo alegría entre los asistentes porque en esta ocasión pudieron acompañar a la imagen, ya que por la pandemia el año anterior se suspendió peregrinación. Foto: Erdwin Cueva

Las muestras de cariño y amor hacia la Virgen María, en la advocación de El Cisne, fueron múltiples y emotivas. No faltaron los aplausos, los gestos de devoción acompañados por las plegarias y oraciones.

En los rezos también hubo lágrimas de sus devotos en una procesión inusual que nunca antes se había dado en la ciudad de Loja, mucho menos en el 2020 y en los primeros meses de este 2021, en los que la ciudadanía ha vivido situaciones de restricciones e impedimentos de reuniones o acompañamientos en peregrinación, por la pandemia del COVID-19.

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La coronada imagen fue visitada por miles de personas en la iglesia catedral desde el pasado 20 de agosto, cuando llegó sin la tradicional peregrinación y adoración de devotos, propios y extraños, entre estos últimos los azuayos que años atrás llegaban en calidad de priostes para protagonizar la fiesta del 8 de septiembre en honor a la Virgen María.

Las autoridades de la iglesia lojana tienen previsto culminar el peregrinar de la imagen el próximo 17 de noviembre, cuando llegue a su santuario. (I)