Con una ligera llovizna y frío, que fueron registrados en varios sectores de la ciudad, se inició el proceso electoral en la capital.
Antes de las 07:00, un poco de lluvia marcó el arranque de la jornada de referéndum y consulta popular este domingo, 16 de noviembre.
A los recintos electorales, los votantes acudieron con chompas gruesas, gorros, paraguas y en la calle había acumulación de agua.
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Aun así, antes de las 09:00, el sol empezó a salir, aunque luego volvió a ocultarse en un cielo nublado.
Dentro y fuera de los recintos electorales, el negocio de emplasticar el certificado de votación se reactivó. “Emplasticamos, señorita”, era la publicidad que hacía José Enrique en uno de los recintos electorales del centro de Quito.
Desde el inicio de la jornada electoral, contó que no llevaba ni 100 certificados de votación. Se había abastecido de 500 plásticos. Atribuyó los pocos sufragantes a la lluvia.
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Iralda Estrella, de 68 años, bajaba lentamente las gradas en la unidad educativa La Providencia. La mujer, que vivió 40 años en Quito, ahora reside en Pujilí, provincia de Cotopaxi, pero este domingo regresó a la capital.
Sentada en una silla, dejó a un costado un bastón mientras acomodaba sus artículos personales. Vestida con varios sacos por el clima, sostuvo que hubo frío temprano, pero igual acudió a su recinto electoral. No hubo quién la ayudara a subir las escaleras por su problema de movilización, pero mencionó que sí podía desplazarse sola. Más tarde volverá a Latacunga, dado que está en una terapia.
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En pocas juntas receptoras del voto del centro de la urbe, pasadas las 09:00, había algunas personas esperando realizar su sufragio.
La familia Cando acudió este domingo a sufragar. Manuel, de 59 años, su esposa y dos nietos llegaron al centro de la ciudad, donde residían, pues actualmente viven en La Mascota, sur de la urbe.
Él ya había votado en el colegio San Andrés, pero acompañó a su pareja. Destacó que su sufragio fue tranquilo y “rapidísimo”.
Después regresarán a su casa a realizar algunas actividades domésticas.
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En el colegio Artigas, en el sector de San Roque, sufragó Karen Torres, de 19 años, estudiante de arquitectura. Está de acuerdo en que haya masiva presencia del voto joven. “Debido a que es nuestro futuro como tal, entonces debemos pensar bien el voto que vamos a dar”, argumentó la chica.
Es la tercera vez que vota.
La lluvia volvió a hacerse presente pasadas las 11:00 en ciertas zonas de la urbe. Y Enrique mantenía la esperanza de terminar antes del mediodía todo el material para plastificar que compró. (I)




















