El secretario de Transporte de Estados Unidos, Sean Duffy, dijo este jueves que no puede descartar cancelaciones o retrasos de vuelos por el actual cierre del Gobierno federal, que ya es el segundo más largo de la historia del país.

No puedo garantizar que su vuelo vaya a salir a tiempo. No puedo garantizar que su vuelo no vaya a ser cancelado. Dependerá de que nuestros controladores aéreos acudan a trabajar todos los días”, declaró Duffy en una rueda de prensa junto al presidente de la Cámara de Representantes, el republicano Mike Johnson.

El cierre del Gobierno, que ya se extiende 23 días sin perspectivas de acuerdo en el Senado, está agudizando la escasez de controladores aéreos en las terminales, que trabajan actualmente sin recibir salarios debido a la paralización de fondos federales y en algunos casos, han comenzado a ausentarse de sus puestos.

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Precisamente esta ausencia fue uno de los motivos claves para reabrir el gobierno durante el cierre de 2018-2019, que duró 35 días y es, a día de hoy, el más largo de la historia.

Al igual que otros servicios como la seguridad aeroportuaria y la Seguridad Social, los controladores aéreos son considerados empleados federales esenciales por lo que están obligados a asistir a sus puestos de trabajo a pesar del cierre.

El Senado vota este jueves una propuesta, presentada por el republicano de Wisconsin, Ron Johnson, para usar fondos del Departamento del Tesoro para pagar a estos funcionarios públicos, que deberían recibir sus salarios a partir de este viernes.

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La votación, según recogen varios medios, está previsto que fracase porque los legisladores demócratas planean presentar una contramedida que también incluya a los miles de trabajadores, no esenciales, que han sido enviados a sus casas sin cobrar.

Para que cualquiera de las dos propuestas salga adelante se necesitan 60 apoyos, por lo que tanto la estrecha mayoría republicana (53), como los demócratas (45) necesitarán contar con votos de sus oponentes para aprobar las medidas.

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Ambas bancadas se culpan de la paralización. Los demócratas presionan por aprobar más financiación para la atención sanitaria del Obamacare, a lo que se oponen los republicanos. (I)