Un tribunal sentenció a diez años de prisión a un hombre, identificado como José Guillermo P., por su responsabilidad en el delito de peculado cometido a fines de 2018 en una entidad bancaria de Cuenca (Azuay).
En el fallo, emitido de forma oral, un tribunal de Garantías Penales del Azuay dispuso que el sentenciado cancele $ 94.000 como reparación integral por el perjuicio causado a la institución. En la resolución, el tribunal también lo imposibilita para ejercer cargos públicos.
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Durante la audiencia de juicio, Fiscalía detalló su teoría del caso. Explicó que José Guillermo P. se desempeñaba como cajero en una de las agencias de la entidad bancaria, donde era responsable de dos cajas. También se le otorgaron las claves de acceso para el manejo y custodia de las bóvedas.
El 27 de diciembre de 2018, el ahora sentenciado realizó un débito de la bóveda por $ 116.000, de los cuales $ 22.000 transfirió a dos cajas.
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Tras la verificación de los fondos realizada horas más tarde, una funcionaria del banco detectó un faltante de $ 94.000, por lo que mediante correo electrónico solicitó un reporte a José Guillermo P. Sin embargó, él no contestó y desde ese día no acudió a su lugar de trabajo.
La responsabilidad del sentenciado fue demostrada con los testimonios de un perito contable que estableció la cantidad faltante de dinero, del jefe de agencia, de funcionarios de la entidad bancaria encargados de la realización de auditorías internas y del perito que elaboró la experticia informática a los correos enviados a la cuenta de José Guillermo P.
Entre la prueba documental consta el informe de filiación remitido por el Registro Civil, con el que se demuestra que el sentenciado se cambió su segundo apellido mientras era empleado de la institución financiera. (I)